En honor al mes de prevención y lucha contra el cáncer, Pfizer, un laboratorio farmacéutico estadounidense, informó que el cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en Las Américas, con 1.4 millones de muertes en 2022, 45.1% de ellas en personas menores de 69 años. Se proyectaron 4.2 millones de nuevos casos en la región para el mismo año, con una estimación de aumentar a 6.7 millones para 2045.
En 2022, el cáncer de pulmón fue la tipología más común en todo el mundo, con 2.5 millones de nuevos casos, representando el 12.4% del total. Además, fue la principal causa de muerte por cáncer, con 1.8 millones de muertes, el 18.7% del total de muertes por cáncer en el mundo. El doctor Rafael González, líder médico de Oncología de Pfizer Centroamérica y Caribe, mencionó que cada paciente con cáncer merece la mejor opción de tratamiento posible, adaptado a su diagnóstico individual.
En Pfizer están comprometidos con la medicina de precisión para comprender la biología de los tumores y encontrar marcadores genéticos que puedan utilizarse para combatir las células malignas. González señaló que pacientes con cáncer de pulmón, mama y melanoma, entre otros, han experimentado beneficios con las terapias personalizadas de Pfizer, y siguen trabajando para mejorar la calidad de vida y la esperanza de vida de los pacientes.
El panorama del cáncer en América Latina presenta desafíos en la estructura y fragmentación de los sistemas de salud, generando oportunidades para mejorar la atención médica, distribución desigual de recursos y acceso desigual a los servicios de oncología. Las cifras y proyecciones de aumentos significativos en los casos de cáncer resaltan la urgencia de abordar estos desafíos y oportunidades para mejorar los resultados de salud en la región.
La medicina de precisión está revolucionando el cuidado del cáncer al ofrecer tratamientos adaptados según factores genéticos, ambientales y de estilo de vida de cada persona, lo que permite una atención más efectiva y personalizada. La información genómica, ambiental y del estilo de vida se utiliza para tomar decisiones relacionadas con la atención médica, con el objetivo de brindar un enfoque más preciso en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.
En América Latina, la investigación clínica en cáncer está en proceso de transformación, con esfuerzos para mejorar la infraestructura, el entrenamiento continuo y la cultura de investigación clínica. Sin embargo, existen disparidades en el acceso a instalaciones de alta tecnología, tratamientos personalizados y terapias innovadoras. Las restricciones regulatorias y la falta de experiencia en investigación clínica en algunos países de la región pueden dificultar la participación en ensayos clínicos y el acceso a terapias avanzadas.