Durante el primer debate televisado entre Kamala Harris y Donald Trump, ambos candidatos intercambiaron fuertes acusaciones sobre temas clave como la economía, la inmigración, y el aborto. Trump criticó la falta de propuestas económicas de Harris, acusándola de plagiar las políticas de Joe Biden. Harris respondió señalando que su administración ha trabajado para reparar los daños causados durante el mandato de Trump.
En otro momento tenso, Trump acusó a Harris de ser "marxista", a lo que ella respondió con risas y rechazo. Además, Trump tocó el tema de la inmigración con una teoría sobre los inmigrantes haitianos en Ohio, que fue rápidamente desmentida por el moderador del debate. Trump también arremetió contra Harris, afirmando que ella está destruyendo el país y que si llegara a ser presidenta, sería un desastre para Estados Unidos.
Uno de los intercambios más polémicos ocurrió en torno a las elecciones de 2020, cuando Trump volvió a negar su derrota y reiteró las afirmaciones de fraude electoral. Además, los candidatos discutieron temas de política exterior, donde Harris acusó a Trump de ser una figura risible en el escenario internacional. Harris también rechazó las acusaciones de Trump de no apoyar a Israel, afirmando que son totalmente falsas.
La discusión sobre el aborto también fue un punto de fricción, con Trump defendiendo que la decisión debería ser responsabilidad de los estados, mientras que Harris criticó esta postura y acusó a Trump de mentir. Al final del debate, Harris recordó a Trump que ya no estaba compitiendo contra Joe Biden, sino contra ella. Trump, por su parte, calificó su desempeño como el mejor hasta la fecha y criticó a los moderadores por supuestamente favorecer a Harris.
Minutos después, la campaña de Kamala Harris desafió a Donald Trump a un segundo enfrentamiento presidencial, destacando la elección que enfrentará el pueblo estadounidense entre avanzar con Harris o retroceder con Trump. La campaña señaló que Harris está lista para un segundo debate en octubre.