Ayer se abrió un nuevo frente en Chicago donde la universidad advirtió a los estudiantes que la acampada “no puede seguir” y deben desalojar cuanto antes. Las protestas universitarias en contra de la guerra en la Franja de Gaza ya han dejado más de 2,500 detenidos. El presidente de la institución, Paul Alivisatos, afirmó que solo intervenirían si la acampada perturbara el funcionamiento o la seguridad de la universidad, lo cual consideran que ha sucedido.
Después del anuncio del presidente, un grupo de manifestantes con banderas estadounidenses se enfrentó en el campus con los universitarios propalestinos. La Universidad de Chicago había sido más permisiva con la protesta que muchas otras en el país, pero finalmente decidieron intervenir ante la situación. Según medios locales, cientos de estudiantes continuaban acampados a pesar de la advertencia de su presidente, mientras que la presencia policial se ha ido intensificando.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha acogido el discurso que tacha de violentas y antisemitas las protestas que, en su mayoría, han sido pacíficas. Muchos de los campamentos propalestinos en universidades públicas y privadas han sido desalojados por la policía en los últimos días, dejando más de 2,500 estudiantes detenidos. En un operativo en la Universidad de Columbia, un agente disparó accidentalmente su arma, según la Policía.
En la Franja de Gaza, el número de muertos por la ofensiva israelí ha aumentado a 34,622, con 26 personas fallecidas en las últimas horas, incluidos varios niños. En los 210 días de la ofensiva militar israelí, 77,867 personas han resultado heridas. Esta situación continúa a pesar de la presión internacional y los llamados a un cese al fuego por parte de diversos organismos.
Las protestas en contra de la guerra en la Franja de Gaza se desarrollan en diferentes partes del mundo, incluidas las universidades en Estados Unidos. La comunidad educativa ha mostrado su solidaridad con el pueblo palestino, generando tensiones en algunos campus. La retórica antisemita y violenta ha sido utilizada para deslegitimar las manifestaciones, que en su mayoría han sido pacíficas.
La situación en Chicago refleja la polarización que se vive en la sociedad estadounidense en torno al conflicto en Gaza. Mientras algunas instituciones han permitido las protestas en apoyo a Palestina, otras han intervenido para desalojar a los manifestantes. La comunidad internacional sigue observando con preocupación la escalada de violencia en la región, que ha cobrado la vida de miles de personas y ha dejado a decenas de miles heridas.