Los trastornos de la tiroides son muy comunes, afectando a alrededor de 750 millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres. Sin embargo, también pueden afectar a hombres, aunque estos tienden a demorar más en buscar tratamiento. Estas enfermedades pueden ocurrir a lo largo de todas las etapas de la vida, desde bebés recién nacidos hasta ancianos. A pesar de que el hipotiroidismo y el hipertiroidismo son más frecuentes en mujeres mayores de 60 años, pueden manifestarse en cualquier persona, sin importar su edad o sexo.
Las enfermedades tiroideas pueden estar relacionadas con situaciones traumáticas en la vida de una persona, ya que las emociones desempeñan un papel importante en el desarrollo de desequilibrios del sistema inmune y hormonal. Por lo tanto, en individuos con predisposición genética, el duelo u otros eventos estresantes pueden acelerar la aparición de patologías tiroideas latentes. Es importante tener en cuenta el impacto de las emociones en la salud y buscar ayuda médica si es necesario.
Aunque se cree comúnmente que el hipotiroidismo hace engordar y el hipertiroidismo adelgazar, la realidad es más compleja. Si bien los pacientes con hipertiroidismo pueden experimentar pérdida de peso debido a un metabolismo acelerado, también pueden aumentar de peso si su ingesta de calorías es alta. En el caso del hipotiroidismo, este puede afectar el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres, creando disfunciones que pueden ser solucionadas con el tratamiento adecuado.
En cuanto a la alimentación, solo los pacientes que reciben tratamiento con yodo radioactivo deben evitar ciertos alimentos ricos en yodo, como la sal fortificada, los productos lácteos y algunos tipos de pescado. Para el resto de las personas con trastornos tiroideos, no es necesario limitar el consumo de ningún alimento en particular. Por otra parte, el cáncer de tiroides, si bien es el más común del sistema endocrino, suele tener un pronóstico favorable si se trata correctamente, habiéndose reducido la mortalidad en las últimas décadas.
En resumen, los problemas de tiroides son más comunes de lo que se piensa y pueden afectar a personas de todas las edades y sexos. Es fundamental estar alerta a los síntomas, buscar ayuda médica si es necesario y seguir el tratamiento adecuado para mantener una buena calidad de vida. La importancia de la salud emocional, la alimentación balanceada y el seguimiento médico son clave en el manejo de las enfermedades tiroideas y el cáncer de tiroides.