Hace 94 años, República Dominicana fue golpeada por el ciclón San Zenón, dejando más de 3 mil muertos y miles de heridos, convirtiéndose en uno de los huracanes más devastadores en la historia del país caribeño. Este evento quedó marcado en la memoria de los dominicanos, quienes recuerdan la destrucción causada por este fenómeno natural.
El aniversario de San Zenón coincide con un clima adverso en la actualidad, con lluvias intensas, tormentas eléctricas y ráfagas de viento. La ciudad de Santo Domingo fue arrasada por vientos de más de 240 kilómetros por hora, destruyendo edificios históricos, casas y árboles. Las calles se convirtieron en ríos imposibles de cruzar debido a las inundaciones.
Tras el paso del huracán, Santo Domingo quedó en estado de emergencia, con las comunicaciones cortadas y esfuerzos de rescate obstaculizados por los escombros. Sin embargo, la solidaridad de los sobrevivientes y la ayuda internacional permitieron una lenta pero constante recuperación de la ciudad. Barcos de guerra de diferentes países llegaron con alimentos y médicos extranjeros brindaron asistencia.
La reconstrucción de Santo Domingo después de San Zenón implicó replantear su desarrollo urbano y arquitectura. Las casas de cinc y madera destruidas fueron reemplazadas por estructuras más resistentes para prevenir futuros desastres. El huracán también tuvo un impacto en la industria cinematográfica dominicana, con la filmación de las devastadoras escenas que fueron exhibidas en el cine Capitolio y distribuidas internacionalmente.
A pesar de la tragedia, San Zenón demostró la resiliencia del pueblo dominicano y su capacidad de resurgir de las cenizas. El cataclismo obligó a la ciudad a adaptarse y reconstruirse, transformando su arquitectura y planificación urbana. Este evento trágico sigue siendo recordado en República Dominicana como un recordatorio de la fuerza destructiva de la naturaleza y la importancia de la solidaridad y la colaboración en tiempos de crisis.