El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha amenazado con dejar de suministrar armamento ofensivo a Israel si este decide invadir la ciudad de Rafah en la Franja de Gaza. Biden explicó que, en caso de que Israel lleve a cabo esta invasión, Estados Unidos dejará de enviar artillería y bombas para cazas, aunque continuará enviando material defensivo para el sistema antimisiles Cúpula de Hierro. Esta decisión se enmarca en el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Israel, pero tiene como objetivo evitar el uso de armas estadounidenses para matar a civiles en Gaza.
Por primera vez, Biden reconoció que armamento de Estados Unidos ha sido utilizado por Israel para matar a civiles en Gaza. Más de 34,000 personas han perdido la vida en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra en octubre. Biden expresó su preocupación por la muerte de civiles como resultado del uso de bombardeos en áreas con población civil. Estas declaraciones se produjeron después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, confirmara que se había detenido el envío de un gran paquete de armamento que contenía explosivos de gran potencia por temor a su posible utilización en zonas densamente pobladas.
La advertencia de Biden se enmarca en un contexto de tensión en la región, con el conflicto entre Israel y Palestina en curso y la posibilidad de una invasión israelí en la ciudad de Rafah. Biden señaló que estaba tomando medidas para evitar el suministro de armamento ofensivo en caso de que Israel decidiera llevar a cabo esta invasión. Estados Unidos continuará suministrando material defensivo para el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, pero dejará de enviar armas utilizadas para tratar con situaciones como la de Rafah.
Estados Unidos ha mantenido históricamente una estrecha relación con Israel, basada en la defensa mutua y la colaboración en el ámbito militar. Sin embargo, la amenaza de Biden de dejar de suministrar armamento ofensivo demuestra que existen límites a esta colaboración, particularmente cuando se trata de evitar la muerte de civiles en conflictos armados. La decisión de detener el envío de armas ofensivas se enmarca en una estrategia para evitar que armamento estadounidense sea utilizado en acciones que puedan resultar en la pérdida de vidas civiles.
La detención del envío de armas ofensivas a Israel por parte de Estados Unidos refleja la preocupación del gobierno de Biden por el uso de este armamento en conflictos armados, especialmente cuando se trata de situaciones que pueden resultar en la muerte de civiles. La decisión de Biden de condicionar el suministro de armamento a Israel en función de sus acciones en Rafah muestra un intento de promover una mayor responsabilidad por parte de Israel en el uso de armas en conflictos armados. Esta medida también destaca la importancia de proteger a la población civil en contexto de conflictos armados y de garantizar que el armamento suministrado por Estados Unidos no sea utilizado de manera indiscriminada.