El testimonio de Michael Cohen, exabogado de Donald Trump, ha sido fundamental en el juicio por falsificación documental que enfrenta el expresidente en un tribunal de Nueva York. Cohen fue testigo de una supuesta trama para comprar el silencio de varias mujeres con el fin de influir en la campaña electoral de 2016. Sin embargo, la defensa de Trump lo presenta como un obsesionado buscando beneficios personales. A pesar de sus anteriores mentiras, Cohen ha admitido su admiración por Trump hasta su encarcelación en 2018.
Cohen ha revelado que ha ganado millones de dólares gracias a la publicación de libros centrados en su relación con Trump y a su presencia en redes sociales como TikTok. A pesar de su admiración por el expresidente, la relación entre ambos cambió drásticamente después del allanamiento del FBI en su vivienda en 2018. Cohen confesó estar arrepentido de arriesgar la unión de su familia por su lealtad a Trump y admitió haber mentido y amedrentado a periodistas.
Durante su testimonio, Cohen detalló los pagos realizados a las mujeres con la intención de proteger la imagen de Trump de cara a las elecciones. Explicó cómo cobró 420.000 dólares a través de cheques firmados por el expresidente en 2017. A pesar de los intentos de la defensa por desacreditarlo, Cohen se mostró arrepentido por su papel en esta trama corrupta que buscaba influir en las elecciones de 2016.
El juicio continúa con el interrogatorio de Cohen por parte de la defensa, que busca demostrar que su obsesión por Trump ha nublado su capacidad de juicio. A pesar de su historial de mentiras, el testimonio de Cohen parece ser crucial en este caso que podría tener consecuencias importantes para el expresidente. Trump tiene autorización para asistir a un evento familiar durante el proceso, lo que demuestra la relevancia de este juicio en su vida personal y política.