Las autoridades iraníes han mantenido contacto en varias ocasiones con dos pasajeros del helicóptero en el que viajaba el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y que se encuentra en paradero desconocido tras realizar un aterrizaje forzoso en el noroeste del país. Según el vicepresidente de asuntos ejecutivos, Mohsen Mansouri, se han comunicado con uno de los tripulantes y un miembro del personal de vuelo, lo que indica que la gravedad del accidente no fue muy alta. Mansouri explicó que tres helicópteros partieron de Tabriz a las 13:00 hora local y poco después se perdió el contacto con el helicóptero de Raisí, en el que también viajaban el ministro de Exteriores, el gobernador de la provincia y el líder de los rezos del viernes de Tabriz.
Después de la pérdida de contacto, se desplegó un amplio dispositivo de rescate en la montañosa zona donde se produjo el incidente, pero las operaciones se han visto afectadas por el mal tiempo, la lluvia y la densa niebla. La Media Luna Roja informó que al menos 65 equipos de rescate están participando en las labores de búsqueda y se acercan al lugar donde creen que tuvo lugar el accidente. La televisión estatal iraní mostró imágenes de los equipos de rescate en acción, con vehículos todoterreno conduciendo por carreteras rurales con niebla y grupos de personas en zonas montañosas. A pesar de las dificultades, la Media Luna Roja dijo que están buscando con todas sus fuerzas para encontrar a los desaparecidos.
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, expresó su preocupación por el paradero desconocido de Raisí, asegurando que no habrá interrupciones en las funciones del país. Mientras tanto, cientos de personas se reunieron en las ciudades sagradas de Mashad y Qom para rezar por la seguridad del presidente, mostrando apoyo y solidaridad en este momento de incertidumbre. Raisí había estado en una ceremonia de inauguración de una presa junto a su homólogo azerbaiyano antes del accidente, destacando la importancia de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Ebrahim Raisí llegó al poder en 2021 tras ganar las elecciones presidenciales con la participación más baja en la historia de la República Islámica. Durante su mandato, se ha observado un aumento en la represión contra activistas, mujeres y críticos del régimen en Irán. A pesar de las críticas, el presidente ultraconservador ha seguido adelante con su agenda, participando en eventos importantes como la inauguración de la presa con el presidente azerbaiyano. La incertidumbre sobre su paradero ha generado una ola de apoyo y oraciones por parte de la población, que espera su pronta y segura aparición.