Dos tribunales de Santiago impusieron condenas de 20 y 15 años de prisión a dos hombres acusados de violar a dos niñas de cinco y nueve años en hechos separados. En el primer caso, un hombre fue condenado a 20 años de reclusión mayor por violación sexual e incesto contra su hijastra de cinco años. La Fiscalía presentó múltiples pruebas, incluyendo informes forenses que demostraron la responsabilidad del acusado. El hombre abusó de la autoridad que le confería su condición de padrastro para cometer estos actos atroces. En el segundo caso, un hombre haitiano fue condenado a 15 años de prisión por violar sexualmente a una niña de nueve años a quien tenía a su cuidado. La niña fue amenazada de muerte y logró clamar auxilio cuando confesó lo ocurrido a una vecina.
En el primer caso, el acusado violó a la niña de cinco años en reiteradas ocasiones, aprovechando la ausencia de la madre para abusar de ella y tomarle fotografías para su propio consumo. El padre biológico de la niña denunció los hechos a las autoridades, lo que dio inicio a una investigación. Por su parte, en el segundo caso, el acusado también cometió abusos sexuales contra la niña de nueve años y la amenazó de muerte para evitar que revelara lo sucedido. La niña logró pedir ayuda a una vecina, quien informó a la madre y al padrastro, desencadenando así el proceso judicial que culminó con la condena de 15 años para el agresor.
Ambos casos fueron investigados por la Unidad de Atención Integral a Víctimas de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales de la Fiscalía de Santiago, que se encargó de recabar pruebas médicas y psicológicas que demostraron el impacto físico y emocional de los abusos sufridos por las niñas. Las pruebas presentadas al tribunal incluyeron informes del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, testificando el daño causado por las violaciones sexuales en perjuicio de las víctimas. Los jueces de ambos tribunales, tras analizar las pruebas y escuchar los testimonios de las víctimas, dictaron las condenas de 20 y 15 años de prisión para los agresores.
Estos casos reflejan la gravedad de la violencia sexual contra menores de edad y la importancia de una respuesta judicial contundente para proteger a las víctimas y prevenir futuros abusos. La condena de 20 años impuesta al acusado de violar a la niña de cinco años y la de 15 años al agresor de la niña de nueve años envían un mensaje claro de que estos actos no serán tolerados en la sociedad dominicana. La labor de la Fiscalía y las autoridades judiciales es fundamental para garantizar la justicia y la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, especialmente en casos tan sensibles como la violencia sexual. Es necesario seguir trabajando en la prevención y la erradicación de la violencia de género y los delitos sexuales para construir una sociedad más segura y justa para todos.