Nandy Rivas, un publicista amante de la música, decidió formar su propio cuarteto inspirado en los cuartetos musicales estadounidenses que estaban de moda en ese entonces. Con amigos como Tito Saldaña, Rafael Pichardo y Horacio, crearon el cuarteto "Los Solmeños", en el que cada uno tenía su propio rol. El nombre del cuarteto surgió de una ocurrencia de Nandy, inspirado en un amigo que inventaba nombres para vender ropa. A pesar de la falta de desarrollo de la industria musical en ese momento, lograron grabar el primer disco en el país en la primera fábrica de discos.
Durante su época de actividad, Los Solmeños participaron en manifestaciones contra el régimen trujillista, lo que provocó que fueran perseguidos y tuvieran que exiliarse en Puerto Rico. Allí fueron acogidos por Avelino Muñoz y tuvieron la oportunidad de trabajar en la televisión puertorriqueña y participar en programas como "La taberna india". Tras la caída de la dictadura, regresaron a la República Dominicana donde continuaron su carrera artística en varios escenarios junto a figuras como Rafael Solano. En 1963, el grupo decidió concluir sus presentaciones para enfocarse en otras metas, como el estudio y trabajo en Brasil.
La historia de Los Solmeños es una muestra de cómo la música puede ser una forma de resistencia y protesta en momentos políticamente complicados. A través de su participación en manifestaciones contra el régimen trujillista, el cuarteto demostró su compromiso con la causa y tuvo que enfrentar las consecuencias de sus acciones. A pesar de los desafíos, lograron encontrar refugio en Puerto Rico y continuar con su carrera artística tras el retorno a la República Dominicana.
El legado de Los Solmeños como el primer cuarteto musical del país es parte importante de la historia de la música dominicana. Su contribución al desarrollo de la industria musical local, especialmente al grabar el primer disco en la fábrica de discos recién inaugurada, es un testimonio de su valía como artistas. A pesar de no tener una larga trayectoria, su impacto en la escena musical dominicana perdura en la memoria colectiva y sigue siendo recordado por quienes aprecian la música de esta época.
La experiencia de Los Solmeños muestra cómo la música puede ser una herramienta para expresar ideas y sentimientos, así como para unir a las personas en torno a causas comunes. A través de su música y sus acciones, el cuarteto logró transmitir un mensaje de resistencia y solidaridad que resonó en su época y sigue siendo relevante en la actualidad. Su capacidad para adaptarse a los desafíos y seguir adelante a pesar de las adversidades es un ejemplo de determinación y pasión por el arte y la música. A través de su historia, Los Solmeños nos recuerdan la importancia de la música como forma de expresión y de lucha por un mundo mejor.