Stormy Daniels es el alias de Stephanie Gregory Clifford, una actriz, guionista y directora de películas pornográficas que sostiene haber tenido un encuentro sexual con el expresidente Donald Trump en 2006, a pesar de que él lo ha negado. En un juicio histórico en Manhattan, Trump fue declarado culpable de 34 cargos relacionados con falsificación de registros contables para encubrir un pago a Clifford con el fin de comprar su silencio y proteger su campaña electoral en 2016. La sentencia se dará el 11 de julio.
Nacida en Baton Rouge, Luisiana, en 1979, Stephanie Clifford trabajó como stripper a los 17 años y adoptó el nombre artístico Stormy Daniels cuando empezó a ser reconocida en la industria. Comenzó su carrera en películas para adultos en 2000 con Wicked Pictures y posteriormente se destacó como directora y guionista en la misma productora. Fue pionera en la industria pornográfica al ser una de las primeras directoras en un mundo dominado por hombres, recibiendo premios y reconocimientos por su trabajo.
Stormy Daniels saltó a la fama en 2018, cuando declaró en una entrevista en 60 Minutes sobre su supuesto encuentro con Donald Trump en 2006. En el juicio, proporcionó detalles sobre la supuesta relación, incluyendo que no usaron preservativo y que Trump la comparó con su hija Ivanka. A pesar de las objeciones de los abogados de Trump, Daniels continuó dando testimonio sobre el pacto para comprar su silencio en 2016, para evitar que su entonces pareja se enterara.
Durante su testimonio, Stormy Daniels reveló detalles escabrosos que llevaron a los abogados del expresidente a solicitar la anulación del juicio. El juez pidió a los fiscales no indagar sobre aspectos demasiado personales del encuentro. Daniels explicó cómo se llegó al acuerdo para recibir el dinero de Trump y su abogado Michael Cohen, afirmando que decidió dar su versión de la historia antes de que alguien más lo hiciera, por motivos económicos.
A pesar de la controversia y los detalles impactantes del juicio, Stormy Daniels fue elogiada por su valentía y determinación en enfrentar a una figura poderosa como Donald Trump. Su carrera en la industria pornográfica le valió reconocimientos y premios, y su paso a la controversia política solo ha fortalecido su imagen como una mujer de negocios seria y una cineasta talentosa. El caso de Daniels contra Trump ha reavivado el interés en su trabajo y en su historia personal, convirtiéndola en una figura relevante en debates sobre poder, género y justicia.