Donald Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser condenado en un juicio penal por falsificación de registros comerciales en Nueva York. A pesar de que el jurado no lo absolvió de ninguno de los 34 cargos en su contra, existe la posibilidad de que no entre en la cárcel. Cada uno de los cargos conlleva una multa de hasta 5.000 dólares y hasta cuatro años de prisión, pero es probable que se imponga una sentencia que reduzca el tiempo de encarcelamiento a cuatro años en total.
Expertos opinan que la opción más factible es que se le imponga un arresto domiciliario, lo que le permitiría continuar con su campaña para las elecciones de noviembre, aunque de forma virtual. Otros escenarios posibles incluyen periodos cortos de cárcel o cumplir la pena los fines de semana. A pesar de la condena, la edad de Trump, su estatus y la falta de antecedentes juegan a su favor, ya que estadísticas indican que muy pocas personas condenadas por falsificación de registros comerciales terminan en prisión.
La sentencia final se conocerá el 11 de julio, cuatro días antes de que el Partido Republicano proclame oficialmente a Trump como su candidato para las elecciones de noviembre. Sin embargo, una posible apelación podría retrasar su entrada a prisión. A pesar de todo, la Constitución estadounidense no prevé ninguna restricción para que alguien condenado a prisión no pueda ser candidato o presidente, por lo que la condena no invalidaría su eventual presidencia.
El caso que llevó a la condena de Trump se relaciona con el reembolso a su abogado por el pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para silenciar una supuesta relación sexual en 2006. Trump ha atacado al juez del caso, Juan Merchan, acusándolo de ser parcial y corrupto. A pesar de esto, por el momento Trump sigue siendo un hombre libre y sigue adelante con su posible candidatura y eventual presidencia.
La posibilidad de arresto domiciliario o de cumplir la pena en periodos cortos de cárcel aun está en evaluación, sin embargo, la condena en sí no implica necesariamente un ingreso a prisión. Con la sentencia final programada para julio, aún hay incertidumbre sobre el destino de Trump, pero en general, la historia muestra que son raros los casos de condenados por falsificación de registros comerciales que terminan tras las rejas.