En la manifestación frente a las oficinas de LUMA Energy en Puerto Rico, se denunciaron los constantes apagones y el aumento en las facturas de luz como resultado de la privatización del sistema eléctrico. Los manifestantes expresaron su descontento con la política de privatización que ha llevado al colapso del sistema eléctrico en la isla. Según los activistas, antes de la privatización, Puerto Rico contaba con una industria eléctrica que había electrificado el 100% del país, y el pueblo se sentía orgulloso de lo logrado.
El portavoz del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST) de Puerto Rico, Ricardo Santos Ortiz, señaló que en las últimas décadas el gobierno ha deteriorado el sistema eléctrico de Puerto Rico con la privatización y la transferencia del control a manos privadas a través de empresas como LUMA Energy y Genera PR. Esta situación ha generado un malestar generalizado entre la población, que ahora sufre constantes interrupciones en el servicio eléctrico y un aumento desproporcionado en las facturas de luz.
Ricardo Santos Ramos, expresidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), se unió a la denuncia durante la manifestación, comparando la situación actual de la energía renovable con la que vivió la energía eléctrica en el pasado. Ramos hizo un llamado a la población a resistir y luchar contra la privatización de la energía en Puerto Rico, destacando la importancia de mantener el control público sobre un recurso vital como la electricidad.
La protesta frente a las oficinas de LUMA Energy evidencia la indignación de la población puertorriqueña ante el colapso del sistema eléctrico y las consecuencias negativas de la privatización en la calidad del servicio y en las tarifas para los consumidores. Los manifestantes exigen soluciones urgentes y la reversión de la privatización para garantizar un suministro eléctrico estable y asequible para todos los residentes de la isla.
Las críticas a la privatización del sistema eléctrico se han intensificado en Puerto Rico, con activistas y líderes sindicales denunciando los efectos devastadores de esta política en la calidad de vida de la población y en la estabilidad del servicio eléctrico. A medida que los apagones y los altos costos de la electricidad afectan a más personas, la presión sobre el gobierno y las empresas responsables aumenta, con la exigencia de medidas concretas para mejorar la situación y proteger los derechos de los consumidores.
En medio de la crisis energética que atraviesa Puerto Rico, la lucha por la defensa de un sistema eléctrico público y eficiente se ha convertido en una prioridad para numerosos sectores de la sociedad. La protesta frente a las oficinas de LUMA Energy es una muestra del rechazo de la población a la privatización y de la determinación de resistir y buscar alternativas que garanticen un servicio eléctrico de calidad y accesible para todos los puertorriqueños.