El ejército de Estados Unidos lanzó una serie de ataques contra los emplazamientos de radares operados por los rebeldes de Yemen, con el objetivo de detener sus ataques a la navegación en el corredor del mar Rojo. Estos ataques se dan en un momento donde las fuerzas navales estadounidenses enfrentan una intensa lucha contra los rebeldes hutíes, quienes han reducido significativamente el tránsito en una ruta vital para el comercio entre Asia, Europa y Oriente Medio. El Comando Central del ejército de los Estados Unidos destruyó siete radares y dos barcos no tripulados en territorio controlado por los hutíes, con el fin de proteger la navegación comercial en la zona.
Los hutíes, que controlan la capital de Yemen, Saná, desde 2014, no han reconocido los ataques ni han reportado pérdidas militares. Sin embargo, las fuerzas estadounidenses continúan con sus operaciones para contrarrestar los ataques de los rebeldes en el mar Rojo. Además de destruir los radares y los barcos no tripulados, Estados Unidos también eliminó un dron lanzado por los hutíes sobre la vía marítima. Estas acciones buscan proteger la seguridad de las embarcaciones y garantizar la fluidez del tráfico marítimo en una zona estratégica para el comercio mundial.
El Comando Central del ejército de Estados Unidos señaló que los radares operados por los hutíes permitían a estos apuntar a las embarcaciones y poner en peligro la navegación comercial en la zona. Estos ataques se suman a una serie de operaciones iniciadas por Estados Unidos en enero, con el objetivo de contrarrestar la campaña hutí en el mar Rojo. La desaparición de un marino del buque mercante Tutor, de propiedad griega y con bandera de Liberia, tras un ataque con explosivos por parte de los hutíes, evidencia el peligro que representa esta situación para la navegación en la región.
La campaña militar de los hutíes, respaldada por Irán, ha afectado significativamente el tráfico marítimo en el corredor del mar Rojo, una ruta clave para el comercio internacional. Los rebeldes han llevado a cabo ataques a embarcaciones que no están directamente involucradas en el conflicto, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional. Estados Unidos ha intensificado sus operaciones en la región para proteger la navegación comercial y garantizar la seguridad de las embarcaciones que transitan por esta importante vía marítima.
Las operaciones de combate en el corredor del mar Rojo representan uno de los desafíos más importantes para las fuerzas navales estadounidenses desde la Segunda Guerra Mundial. La lucha contra los rebeldes hutíes en esta región estratégica ha llevado a una serie de operaciones militares por parte de Estados Unidos, con el objetivo de contrarrestar los ataques a la navegación comercial y mantener la seguridad en la zona. A pesar de la resistencia de los hutíes, las fuerzas estadounidenses continúan con sus acciones para proteger los intereses de sus aliados y garantizar la estabilidad en el mar Rojo.