Hoy se conmemora un nuevo aniversario del desembarco del 14 de junio de 1959, cuando tres grupos de dominicanos y extranjeros desembarcaron por aire y mar con la intención de derrocar la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo. Aunque los expedicionarios no lograron triunfar en la lucha armada, este hecho y la posterior venganza feroz de la tiranía sobre los sobrevivientes y colaboradores, conmocionó al régimen y erosionó su apoyo interno, siendo una de las causas que llevaron a su derrocamiento con el asesinato de Trujillo el 30 de mayo de 1961. Un total de 198 hombres llegaron al país, siendo 54 de ellos por Constanza el 14 de junio en avión y el resto días después por Maimón y Estero Hondo en embarcaciones.
La expedición aérea estuvo liderada por Enrique Jiménez Moya, quien llegó desde Cuba en un avión camuflado con las insignias de la Aviación Militar Dominicana. Por otro lado, las embarcaciones fueron comandadas por José Horacio Rodríguez y José Antonio Campos Navarro, con 96 y 48 combatientes respectivamente. Entre los expedicionarios se encontraban 150 dominicanos, 22 cubanos, 13 venezolanos, cinco puertorriqueños, dos estadounidenses, dos españoles y un guatemalteco, todos identificados con la causa antitrujillista. A pesar de las adversidades, solo seis miembros del grupo sobrevivieron, entre ellos Gonzalo Almonte Pacheco, Mayobanex Vargas, Francisco Medrano German, Poncio Pou, Pablito Mirabal y Delio Gómez Ochoa, quien actualmente sigue con vida.
Durante la incursión aérea, los expedicionarios se enfrentaron armados con el ejército trujillista, sin embargo, la falta de apoyo interno y las difíciles condiciones del terreno llevaron a su derrota. Algunos murieron en combate, mientras que los restantes fueron capturados, torturados y finalmente fusilados. En cuanto a las embarcaciones, no hubo grandes enfrentamientos ya que se sabía de su llegada, siendo bombardeadas y muchos de los guerrilleros asesinados de inmediato. Este acontecimiento marcó un hito en la lucha contra la tiranía de Trujillo y contribuyó en gran medida a su posterior caída.
La gesta del desembarco del 14 de junio de 1959 sigue siendo recordada como un acto de valentía y resistencia contra la dictadura de Trujillo. A pesar de la dura represión que sufrieron los expedicionarios, su sacrificio no fue en vano, ya que generó un impacto significativo en el régimen y contribuyó a su eventual derrocamiento. Los sobrevivientes de esta expedición son recordados como héroes que lucharon por la libertad y la democracia en la República Dominicana, dejando un legado de coraje y determinación para las futuras generaciones. En un día como hoy, se rinde homenaje a su memoria y se reconoce su importante papel en la historia del país.
El legado de la gesta del 14 de junio de 1959 perdura en la memoria colectiva de la República Dominicana como un ejemplo de resistencia y lucha por la libertad. A través de su valentía, los expedicionarios demostraron su compromiso con la causa antitrujillista y su determinación para acabar con la tiranía en el país. A pesar de las difíciles circunstancias y el trágico desenlace de la expedición, su sacrificio no fue en vano, ya que contribuyó de manera significativa al derrocamiento de Trujillo y al eventual restablecimiento de la democracia en la nación. En este aniversario, se honra la memoria de aquellos que dieron su vida por un ideal de libertad y justicia, inspirando a las futuras generaciones a seguir luchando por un país más justo y democrático.