Frantz Elbé, director de Policía Nacional de Haití, fue destituido debido a meses de críticas por no proteger a los agentes expuestos a las agresiones de las pandillas. Normil Rameau, exdirector de la policía, asumirá nuevamente el cargo. Hay unos 4.000 agentes de servicio en un país de más de 11 millones de habitantes. La violencia entre pandillas ha dejado más de 2.500 personas muertas o heridas en los tres primeros meses del año, incluyendo casi dos docenas de policías. Más de 320 agentes de policía han sido asesinados de 2015 a 2024, 120 bajo el mando de Elbé.
Rameau ha sido nombrado nuevamente como jefe de la policía en un momento en que un nuevo primer ministro y un gabinete recién elegidos asumen el control del gobierno de Haití. Las pandillas controlan el 80% de Puerto Príncipe y están mejor equipadas que la policía. Rameau había sido despedido de su cargo en noviembre de 2020, acusado de incompetencia. Ni Rameau ni Elbé han respondido a los mensajes en busca de comentarios. La Oficina de Protección al Ciudadano de Haití celebró la elección de Rameau y pidió que actúe rápidamente para frenar la actividad de las pandillas.
Los sindicatos policiales han pedido en repetidas ocasiones la renuncia y detención de Elbé, debido a los ataques de pandillas a comisarías y la muerte de agentes. Un sindicato policial lamenta la corrupción y la incompetencia en el departamento de policía y pide al nuevo primer ministro priorizar su refuerzo. La comunidad internacional ha proporcionado formación y recursos para la Policía Nacional de Haití, que está a la espera del despliegue de una fuerza policial de Kenia respaldada por la ONU.
Las pandillas han asaltado e incendiado al menos 30 comisarías y subcomisarías en los últimos meses, causando la muerte de varios agentes. El sindicato policial SPNH-17 ha denunciado las condiciones en las que se encuentra el departamento y ha lamentado la muerte de agentes. Otro sindicato policial, SYNAPOHA, ha pedido al nuevo primer ministro reforzar el departamento de policía como una de sus prioridades. El primer ministro ha realizado patrullas con la policía y ha puesto énfasis en la necesidad de un liderazgo sólido en el país.
La violencia entre pandillas ha aumentado, con pandillas mejor armadas que la propia policía. La inseguridad ha llevado a la destitución de Elbé y el nombramiento de Rameau como jefe de la policía. Con la esperanza de un refuerzo policial respaldado por la comunidad internacional, Haití busca mejorar sus condiciones de seguridad y combatir la violencia en el país.