En las últimas dos décadas, se ha observado que solo el 26% de las transformaciones corporativas han tenido éxito a corto y largo plazo. Los especialistas señalan que, en la actualidad, es crucial para las empresas enfrentar la constante evolución tecnológica, las tensiones geopolíticas y la agitación económica si desean mantenerse competitivas. La durabilidad de la ventaja competitiva ha disminuido, y la permanencia promedio de las empresas en el índice S&P 500 se ha reducido a más de la mitad desde finales de la década de 1970.
Según un estudio reciente realizado por el Boston Consulting Group (BCG), hay varias verdades sobre la transformación corporativa que las empresas deben tener en cuenta. En primer lugar, es fundamental prevenir antes que curar, iniciando transformaciones desde una posición de fortaleza y adaptándose a las tendencias del mercado y cambios tecnológicos de forma proactiva. Además, se destaca la importancia del liderazgo comprometido y proactivo, así como la necesidad de procesos de transformación meticulosos y bien comunicados, con una orientación a largo plazo y una planificación rigurosa.
Es importante desmitificar la creencia de que ciertas empresas son una excepción y no necesitan adaptarse al cambio. Los patrones de transformación son universales y, por lo tanto, no se debe subestimar la necesidad de cambio y adaptación. Marcial González, Managing Director & Partner de BCG, señala que la transformación corporativa es un imperativo, no una opción, y que las organizaciones más exitosas son aquellas que no solo responden a cambios inmediatos, sino que anticipan y se adaptan proactivamente al futuro.
En un mundo cada vez más turbulento, es crucial para las empresas cambiar con los tiempos si desean tener éxito. Sin embargo, las probabilidades de éxito en las transformaciones corporativas son escasas. Por ello, los líderes del cambio deben prestar atención a las verdades sobre las transformaciones corporativas, como la importancia de un liderazgo comprometido, una planificación rigurosa y una orientación a largo plazo para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo. Además, es fundamental entender que las empresas no son una excepción y que enfrentan desafíos similares en sus procesos de transformación.