La broncoscopia es un procedimiento médico que permite observar la vía respiratoria desde la nariz o la boca hasta el interior de los pulmones, incluyendo las cuerdas vocales, la tráquea y los bronquios. Es un estudio que se realiza en pacientes con condiciones específicas determinadas por un neumólogo, con el objetivo de obtener un diagnóstico final o dar seguimiento a ciertas enfermedades pulmonares. Antes de realizar la broncoscopia, los pacientes deben someterse a una preparación que incluye análisis de sangre, estudios especiales, autorización cardiovascular y anestésica, así como ayuno y suspensión de medicamentos según indicaciones médicas.
La realización de una broncoscopia se lleva a cabo en una sala de procedimientos equipada para mantener un monitoreo adecuado del paciente durante y después del estudio. Un equipo compuesto por un neumólogo, un anestesiólogo, una enfermera y un asistente se encarga de garantizar la seguridad y precisión del procedimiento desde que el paciente llega al área de procedimientos. A través de la broncoscopia, se puede explorar los pulmones, obtener muestras para cultivos bacterianos y fúngicos, buscar células malignas y realizar biopsias de lesiones endobronquiales con el fin de obtener un diagnóstico definitivo en enfermedades pulmonares.
Las indicaciones principales de la broncoscopia suelen ser diagnósticas, especialmente en patologías neoplásicas, hemoptisis de origen desconocido, infecciones recurrentes o prolongadas, y enfermedades pulmonares intersticiales. En casos de lesiones tumorales endobronquiales, la broncoscopia es la técnica preferida, con menor riesgo para el paciente y una recuperación inmediata post-procedimiento. También se puede utilizar como tratamiento, realizando dilataciones bronquiales o extracciones de cuerpos extraños.
El lavado bronquealveolar es un estudio importante que se realiza durante la broncoscopia, aspirando secreciones endobronquiales para su posterior estudio microbiológico. En pacientes con tuberculosis, el lavado broncoalveolar puede ser crucial cuando las pruebas estándar no han dado resultados positivos, permitiendo identificar la presencia de bacilos de tuberculosis. En casos de enfermedad pulmonar intersticial, los conteos celulares obtenidos durante la broncoscopia pueden ayudar en el diagnóstico diferencial de las distintas causas de la enfermedad.
Algunas preguntas frecuentes sobre la broncoscopia incluyen si todas las lesiones tumorales pueden biopsiarse a través de este procedimiento, si es necesario realizarla en casos de tos prolongada, si es más complicado que una biopsia por cirugía abierta y si el procedimiento es doloroso para el paciente. En general, la broncoscopia es un procedimiento ambulatorio que se realiza bajo sedación, por lo que el paciente no siente dolor y suele ser egresado el mismo día del estudio con precaución en el manejo post-procedimiento.