Ana Karina Ramos, la joven que fue encontrada con una herida de arma de fuego y múltiples lesiones en su cuerpo a principios de este mes en una cañada de Pedro Brand, compartió el miércoles que durante ese momento difícil, sentía la presencia de tres ángeles que la cuidaban y le daban fuerzas. A pesar de su situación crítica, Ramos aseguró que nunca se sintió sola, hambrienta, fría o somnolienta, y que los ángeles la ayudaron a mantenerse consciente y en paz. Tras recibir el alta médica, expresó su gratitud a Dios y al personal del hospital Vinicio Calventi por salvarle la vida.
La joven también reveló que no conocía a su agresor, el vigilante privado Eduardo Antonio Guerra García, ni los motivos detrás del ataque en su contra. Según su testimonio, estuvo en un colmado cuando Guerra García le habría dado algo en su bebida para aprovecharse de ella, lo que resultó en el terrible incidente. A pesar de la angustia y la confusión que ha enfrentado, Ana Karina Ramos se mostró agradecida por haber sobrevivido y tener la oportunidad de seguir adelante. Sus palabras transmiten un mensaje de esperanza y fortaleza ante la adversidad.
El caso de Ana Karina Ramos ha conmocionado a la opinión pública y ha generado un debate sobre la seguridad de las mujeres en la República Dominicana. La captura de Eduardo Antonio Guerra García, el presunto agresor de la joven, ha sido un paso importante en la búsqueda de justicia y seguridad para todas las mujeres que han sido víctimas de violencia de género. Ramos ha sido descrita como una luchadora por su valentía y determinación para superar este traumático evento y recuperarse física y emocionalmente.
La historia de Ana Karina Ramos es un recordatorio de la importancia de creer en la fe y la esperanza en medio de las adversidades. Su testimonio sobre la presencia de los ángeles que la cuidaban durante su dolorosa experiencia es un ejemplo de fortaleza y resiliencia. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Ramos ha demostrado una increíble capacidad para superar la tragedia y encontrar el camino hacia la sanación y la recuperación. su valentía y determinación para sobrevivir y superar este difícil período son un testimonio de la fuerza del espíritu humano ante la adversidad.
El impacto de la historia de Ana Karina Ramos trasciende las circunstancias individuales de su caso y resalta la urgente necesidad de abordar la violencia de género en la sociedad dominicana. La captura del presunto agresor es un paso positivo hacia la rendición de cuentas y la prevención de futuros actos de violencia. Ramos ha sido elocuente en su agradecimiento por la oportunidad de seguir adelante y ha expresado su deseo de que su testimonio inspire a otras mujeres a enfrentar sus propias luchas y encontrar la fuerza interior necesaria para superarlas. Su valentía y determinación son un ejemplo a seguir en la lucha por la igualdad de género y el respeto hacia las mujeres en la sociedad.