El Día Mundial del Árbol fue establecido por el Congreso Forestal Mundial en 1969 como una fecha para reflexionar sobre la importancia de los árboles y los beneficios que aportan a la vida en el planeta. Los árboles son considerados héroes por su capacidad de absorber CO2 y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Con el aumento de la población urbana a nivel mundial, se estima que el 56% de la población, 4400 millones de habitantes, vive en ciudades. Esta tendencia continuará en el futuro, con casi 7 de cada 10 personas viviendo en áreas urbanas para 2050. Los árboles y bosques urbanos son fundamentales para hacer que las ciudades sean más verdes, saludables y felices, además de contribuir a la restauración de los ecosistemas y detener la pérdida de biodiversidad.
La Asociación Forestal Argentina destaca la importancia de los árboles urbanos para la resiliencia local, el desarrollo sostenible y la acción climática. Se enfatiza en la necesidad de incluir los árboles urbanos en los planes de sostenibilidad y reconstrucción de la biodiversidad, dada su importancia para enfrentar los desafíos globales actuales.
A pesar de ocupar solo el 2% de la tierra a nivel mundial, las ciudades albergan una gran diversidad de árboles, con bosques urbanos que pueden llegar a incluir más de 10 mil millones de árboles y 100 géneros diferentes. Estos bosques urbanos pueden brindar hábitats críticos para la biodiversidad urbana y ayudar a mantener sistemas ecológicos saludables en nuestras ciudades.
Los árboles urbanos tienen un impacto significativo en el clima local, con áreas sombreadas por árboles siendo hasta 25°C más frescas en verano que las áreas sin sombra. Además, la presencia de árboles en áreas urbanas contribuye a la mitigación de inundaciones, albergando una gran diversidad de especies y disminuyendo las muertes por olas de calor en las ciudades.
Se ha demostrado que aumentar la cobertura arbórea urbana puede ayudar a prevenir muertes prematuras relacionadas con el aumento de temperaturas en las ciudades. Un estudio publicado en The Lancet reveló que incrementar la cobertura arbórea urbana hasta un 30% podría haber evitado un tercio de las muertes prematuras atribuibles al calor en ciudades europeas durante el verano de 2015. Esto destaca la importancia de integrar estratégicamente la vegetación urbana en la planificación de las ciudades para promover entornos más sostenibles y resilientes.