En Francia, se han convocado elecciones anticipadas debido a las tensiones políticas que han dividido al país. El presidente Emmanuel Macron consideró esta medida como la más responsable, buscando obtener una mayoría clara en el Parlamento y evitar la parálisis política. Sin embargo, su decisión ha generado incertidumbre y preocupación en la población, ya que se espera que la extrema derecha de la Agrupación Nacional liderada por Marine Le Pen obtenga una mayoría en la Cámara Baja.
La extrema derecha en Francia, representada por la Agrupación Nacional liderada por Jordan Bardella y Marine Le Pen, se encuentra a la cabeza de las encuestas para las elecciones parlamentarias. Su discurso se centra en abordar la crisis del costo de vida, la inmigración y el orden público, promoviendo políticas nacionalistas y restrictivas sobre la inmigración. Por otro lado, una alianza de izquierda liderada por La France Insoumise se perfila como la segunda fuerza política más importante, aunque se prevé la falta de una mayoría clara en el Parlamento.
El analista político francés Nicolás Baverez advierte de los riesgos actuales en Francia, como una posible crisis de deuda soberana, violencia callejera y colapso institucional. La idea de una ruptura brutal de las instituciones genera preocupación en la población, que se encuentra en una encrucijada peligrosa. Macron ha mencionado la posibilidad de una "guerra civil", lo que ha generado controversia y críticas sobre el uso del miedo en la política.
Existe la preocupación de que una victoria de la extrema derecha en las elecciones provoque manifestaciones y protestas violentas por parte de la extrema izquierda, apoyada en los suburbios conocidos como "banlieues". La extrema izquierda, representada por La France Insoumise, ha centrado su campaña en el apoyo a Gaza y cuenta con un gran respaldo en estos suburbios. La combinación de tensiones políticas, sociales y económicas ha creado un ambiente de incertidumbre y temor en Francia, con el riesgo de un escenario extremo de violencia en las calles.
Las elecciones parlamentarias en Francia son cruciales no solo para el futuro del gobierno de Macron, sino también para el sistema político del país. Macron busca recuperar una mayoría centrista en la Asamblea Nacional, pero se enfrenta a la posibilidad de una victoria abrumadora de la extrema derecha y un cambio en el liderazgo del gobierno. La división política en Francia ha generado un ambiente de pesimismo y tensión, con temores de crisis institucional y descontento social que podrían desembocar en violencia.
En medio de un clima político tenso y polarizado, Francia se enfrenta a un momento histórico en el que la gobernabilidad del país está en juego. Las elecciones anticipadas convocadas por Macron buscan resolver las tensiones internas y lograr una mayoría clara en el Parlamento, pero las posibilidades de un cambio radical en el liderazgo político y la amenaza de crisis institucional plantean un escenario incierto y peligroso para el futuro de Francia.