La Agrupación Nacional de Marine Le Pen obtuvo alrededor del 33% de los votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, lo que la coloca en una posición favorable para lograr la mayoría en la Asamblea Nacional en la segunda vuelta. Sin embargo, otras formaciones políticas buscan evitar a toda costa que la ultraderecha llegue al poder y han hecho un llamado a formar un "cordón sanitario" o "frente republicano" para impedirlo.
La estrategia del "cordón sanitario" implica que las otras formaciones políticas apoyen al partido que esté mejor posicionado para vencer a la Agrupación Nacional en la segunda vuelta, retirando a sus propios candidatos en caso de "triangulares". También se ha cuestionado si el partido de izquierda radical, La Francia Insumisa, pertenece realmente al "campo republicano" y si debería recibir apoyo en caso de un enfrentamiento con la Agrupación Nacional.
El presidente Emmanuel Macron ha llamado a una alianza amplia contra la extrema derecha, pero no ha aclarado si apoyarán a candidatos de izquierda radical. Algunos líderes políticos, como el centrista François Bayrou y el ex Primer Ministro Edouard Philippe, han defendido la retirada de candidatos en circunscripciones específicas para bloquear tanto a la Agrupación Nacional como a La Francia Insumisa.
La Agrupación Nacional sigue buscando obtener la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional para poder gobernar. Su programa incluye medidas como el control de la inmigración, más autoridad en la escuela y reducir la factura energética de los hogares. Si no logran la mayoría absoluta, Francia podría enfrentar un período de bloqueo institucional con tres bloques en el Parlamento y sin posibilidad de convocar nuevas elecciones hasta dentro de un año.
Las diferencias entre las distintas formaciones políticas en Francia han generado un debate sobre la estrategia a seguir para evitar la llegada de la ultraderecha al poder. Mientras que algunos líderes plantean la necesidad de unir fuerzas para bloquear a la Agrupación Nacional, otros cuestionan si todas las formaciones políticas deben ser consideradas parte del "campo republicano" y merecer apoyo en caso de enfrentamiento con la ultraderecha. La segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia el 7 de julio será crucial para determinar el rumbo político del país en los próximos años.