Los equipos de emergencia continúan trabajando en la búsqueda y rescate de más de cien personas atrapadas tras un fuerte terremoto en la costa este de Taiwán, que dejó nueve muertos y más de 1,000 heridos. La mayoría de los incidentes ocurrieron en el condado de Hualien, donde se concentra el mayor número de afectados. Se estima que hay 147 personas atrapadas o incomunicadas, incluyendo 65 en áreas mineras y 24 turistas atrapados en el Parque Nacional Taroko.
El presidente electo de Taiwán, Lai Ching-te, visitó la zona afectada y anunció una ayuda de 300 millones de dólares taiwaneses para facilitar las labores de reconstrucción y socorro. El terremoto, de magnitud 7,2 según la Agencia Meteorológica Central de Taiwán, fue el más intenso que ha sufrido el país desde 1999. Las imágenes de rescate mostraron a vecinos y rescatistas ayudando a las personas a salir de edificios dañados, donde las puertas quedaron trabadas por la sacudida.
Estados Unidos ofreció toda la ayuda necesaria a Taiwán y monitorea la situación para evaluar cualquier impacto en la región. La presidenta Tsai Ing-wen llamó a la coordinación entre agencias locales y centrales, y anunció el apoyo del ejército en las labores de rescate. Se desplegaron excavadoras para remover las rocas que bloqueaban las carreteras hacia Hualien, donde se teme que vehículos hayan quedado atrapados en túneles.
El sismo dejó un total de 147 personas atrapadas o incomunicadas en diversas zonas de Hualien, incluyendo áreas mineras y turísticas como el Parque Nacional Taroko. Al menos 48 edificios resultaron afectados, con algunos inmuebles inclinados en ángulos pronunciados. El número de heridos ascendió a 1,050 y el de muertos se mantuvo en nueve desde el miércoles, cuando ocurrió la tragedia.
El gobierno central de Taiwán destinó una importante suma de dinero para apoyar las labores de reconstrucción y socorro en la zona afectada por el terremoto. La magnitud del sismo, el más intenso desde 1999, provocó múltiples desprendimientos de rocas y daños en edificaciones residenciales y turísticas. Las autoridades continúan trabajando para rescatar a las personas atrapadas y asegurar la seguridad de la población afectada.
La respuesta de emergencia tras el terremoto en Taiwán ha involucrado a equipos de rescate locales y nacionales, así como a la ayuda de países extranjeros como Estados Unidos. La presidenta Tsai Ing-wen ha llamado a la coordinación y colaboración entre agencias para garantizar una respuesta efectiva ante la situación. Las labores de rescate continúan en la zona afectada, con el apoyo del ejército y maquinaria pesada para remover escombros y despejar vías de acceso.