José Raúl Mulino, el nuevo presidente de Panamá, prometió durante su discurso de investidura que va a poner dinero en el bolsillo del pueblo a través de medidas como recortes en el presupuesto de la Asamblea y los gastos excesivos del gobierno, con el objetivo de ahorrar millones de dólares en política y corrupción. Mulino también anunció que está avanzando en un Tratado de Libre Comercio con el Mercosur, que se visualiza como un vehículo para integrar a Centro y Suramérica a través de Panamá.
Sin embargo, Mulino reconoció que la economía panameña se encuentra seriamente afectada, con la pérdida parcial del grado de inversión, la pérdida de miles de empleos y la falta de confianza para invertir en el país. Los intereses bancarios han subido sustancialmente y el presupuesto ha crecido el doble, mientras que la calidad de vida de los panameños ha disminuido.
El nuevo presidente destacó que el estado de las finanzas públicas es preocupante, ya que la deuda se ha duplicado en los últimos cinco años, gran parte destinada a gastos innecesarios en lugar de invertirla en obras que generen empleo y soluciones permanentes para los ciudadanos. La economía panameña se ha visto afectada por factores como la crisis hídrica del Canal de Panamá y el cierre de la mina Cobre Panamá, que representaba una parte importante del PIB del país.
Durante el Gobierno saliente de Laurentino Cortizo, se gastaron fondos públicos bajo el pretexto de la pandemia y la crisis resultante, lo que ha llevado a un aumento significativo de la deuda pública, que superó los 50.000 millones de dólares este año. La economía panameña experimentó un crecimiento del 7,3 % del PIB en 2023 y se espera que este año crezca entre un 2,5 % y un 3,5 %, una proyección mejorada por agentes como JP Morgan.
Mulino aseguró que con su nuevo equipo de gobierno dará un giro a la economía y fomentará el progreso en el país. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los panameños y reactivar la economía a través de medidas como la firma de acuerdos comerciales y la reducción de gastos innecesarios. Se espera que con estas acciones, Panamá logre recuperarse de la crisis económica y vuelva a un camino de crecimiento sostenible a largo plazo.