El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, informó que al menos una persona falleció y que hubo una "inmensa destrucción" en las islas Union, Mayreau y Canouan debido al paso del huracán Beryl. Gonsalves expresó su preocupación por la situación e indicó que aún no se tiene la certeza de si hay más víctimas mortales a causa del fenómeno. En un video compartido en redes sociales, el mandatario lamentó los daños y pidió a los ciudadanos que se resguarden en sus hogares debido a la influencia de la tormenta tropical.
Por otro lado, se informó que el huracán Beryl alcanzó la categoría 5 a medida que avanzaba por el sureste del Caribe. El ciclón causó destrozos en puertas, ventanas y tejados en diferentes partes de la región al tocar tierra en la isla de Carriacou, en Granada, como una tormenta de categoría 4. Los vientos alcanzaron los 260 km/h, y se prevén posibles fluctuaciones en su intensidad en los próximos días. Se reportó una muerte en Granada como consecuencia del paso del huracán.
El primer ministro Gonsalves detalló que la isla de Uni y sufrió una devastación significativa, con alrededor del 90% de las viviendas dañadas o destruidas. Asimismo, se estimó que las islas de Mayreau y Canouan también experimentaron daños similares. La falta de comunicación dificultó la obtención de informes preliminares sobre la situación en estas zonas afectadas por Beryl. Ante esta crisis, se instó a la población a mantenerse protegida en sus hogares mientras persisten los efectos de la tormenta tropical.
El huracán Beryl generó preocupación en la región debido a su carácter peligroso y destructivo, impactando negativamente en diversas comunidades. La fuerza del fenómeno fue tal que provocó la destrucción de embarcaciones y carreteras en Barbados, así como la pérdida de vidas humanas en Granada. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por brindar apoyo y asistencia a la población afectada, la magnitud de la devastación causada por Beryl plantea desafíos importantes para la recuperación de las zonas golpeadas.
La categorización del huracán como nivel 5 resalta la gravedad de la situación y la urgencia de actuar para mitigar los impactos negativos en la población y la infraestructura de las islas del Caribe. La respuesta rápida y efectiva de los organismos de protección civil y las autoridades locales será crucial para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la atención de las necesidades más apremiantes en medio de la crisis generada por Beryl. La solidaridad y la colaboración tanto a nivel nacional como internacional serán fundamentales para lograr la recuperación y reconstrucción de las comunidades afectadas por el huracán.
En este contexto, es fundamental fortalecer las medidas de prevención y preparación ante desastres naturales en la región del Caribe, tomando en cuenta la vulnerabilidad de estas islas frente a fenómenos meteorológicos como huracanes. La concientización sobre los riesgos y la adopción de protocolos de seguridad adecuados pueden contribuir a reducir la exposición de la población a situaciones de peligro y minimizar los daños causados por estos eventos climáticos extremos. Es necesario reforzar la resiliencia y la capacidad de respuesta de las comunidades caribeñas frente a desafíos como el huracán Beryl para garantizar su bienestar y desarrollo sostenible a largo plazo.