Los bancos siguen la recomendación de Basilea en cuanto a la discrecionalidad que tienen los países según su realidad. Manuel González, director técnico de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), planteó que la adopción de todas las normas de Basilea II no tiene sentido para las entidades bancarias pequeñas y con poca complejidad. Impulsar estas normas llevaría a un engrosamiento institucional, más personal y posibles requerimientos de capital, afectando el costo de las entidades de forma innecesaria.
En un artículo sobre “Basilea I y II: su proceso de adecuación en República Dominicana”, publicado en la revista Abance de la ABA, González sugiere dirigirse hacia la adopción de Basilea III. Esta actualización requerirá un trabajo arduo, con modificaciones a nivel de ley, reglamentos e instrucciones de aplicación. Se orienta a mejorar la calidad y cantidad de capital, incorporar un colchón adicional de capital, ajustes en las ponderaciones de riesgos de crédito y nivel de apalancamiento, así como establecer coeficientes de cobertura de liquidez y de financiación estable neta, además de limitaciones en la aplicación de modelos internos.
González señala que se deben evitar costos y rigideces que frenen los objetivos en políticas monetarias orientadas a influir en el crédito empresarial y personal. Los bancos en República Dominicana siguen la recomendación de Basilea, adaptándola a la realidad del país y considerando las particularidades de las entidades bancarias locales. La adopción de Basilea III requerirá esfuerzos adicionales, pero se espera que contribuya a una mejora en la gestión de riesgos y en la solidez financiera de las instituciones bancarias.
La importancia de seguir las recomendaciones de Basilea radica en la necesidad de mantener la estabilidad y solidez del sistema financiero nacional. Estas normas buscan fortalecer la supervisión bancaria, mejorar la gestión de riesgos y proteger a los depositantes. En el caso de República Dominicana, adaptar estas normas a la realidad local es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del sistema financiero y su contribución al desarrollo económico del país.
En resumen, los bancos en República Dominicana siguen la recomendación de Basilea en cuanto a la discrecionalidad que tienen los países según su realidad. La adopción de Basilea III se plantea como una posibilidad para mejorar la gestión de riesgos y la solidez financiera de las entidades bancarias locales. Es importante evitar costos y rigideces que frenen los objetivos en políticas monetarias orientadas a influir en el crédito empresarial y personal. La adaptación de estas normas a la realidad del país es fundamental para garantizar la estabilidad y solidez del sistema financiero nacional.