El Banco Central tiene un papel dominante en el mercado financiero dominicano, lo que dificulta a los emisores privados competir. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), es crucial recapitalizar al Banco Central para desmontar el déficit cuasi-fiscal y garantizar su independencia financiera en la política monetaria. Las misiones del FMI han visitado el país para evaluar la situación económica y han destacado la importancia de resolver este déficit.
El desmontaje del déficit cuasi-fiscal también es necesario porque la emisión de títulos del Banco Central para financiar esa deuda dificulta que los emisores privados puedan colocar acciones en el mercado de valores. La rentabilidad y el riesgo son factores que afectan a los emisores privados en comparación con los títulos del Banco Central, que cuentan con un riesgo prácticamente nulo. Los grandes inversionistas institucionales prefieren los títulos del Banco Central y Hacienda, lo que dificulta la competencia de los emisores privados.
La emisión de acciones de una corporación privada, especialmente si no es grande, puede tener una alta probabilidad de ser declarada desierta, lo que conlleva pérdidas. Por otro lado, los títulos emitidos por el Banco Central tienen casi nula probabilidad de ser declarados desiertos. Recapitalizar al Banco Central es una solución para evitar la emisión de certificados que incrementan el déficit cuasi-fiscal y permitir el desarrollo del mercado de valores, especialmente en el mercado de acciones corporativas.
La Ley de Recapitalización del Banco Central (Ley No. 167-07) se promulgó con el objetivo de eliminar el déficit cuasi-fiscal y establecer los mecanismos legales y financieros necesarios para recapitalizar el Banco Central en un período de diez años. Sin embargo, los objetivos de esta ley no se han cumplido hasta el momento. Resolver el déficit cuasi-fiscal es crucial para fomentar el desarrollo del mercado de valores y del mercado de acciones corporativas en la República Dominicana.
La recapitalización del Banco Central es fundamental para garantizar su independencia financiera y desmontar el déficit cuasi-fiscal que afecta el mercado de valores dominicano. La competencia de los emisores privados se ve obstaculizada por la preferencia de los inversionistas institucionales por los títulos del Banco Central, lo que dificulta la colocación de acciones corporativas. Resolver este problema es crucial para fomentar el desarrollo económico y financiero en el país y abrir nuevas oportunidades en el mercado de valores.