Un grupo de economistas, incluyendo a José Luis de Ramón, Isidoro Santana, Richard Medina, Germania Montás, Rolando Guzmán y Roberto Despradel, resaltaron la importancia de llevar a cabo una reforma fiscal en la República Dominicana. De Ramón destacó que el país necesita esta reforma debido a que el Estado no puede seguir funcionando en su estado actual. Criticó el alto porcentaje de ingresos tributarios destinados al pago de intereses de la deuda y la elevada evasión fiscal. Planteó la necesidad de cobrar impuestos a quienes no los pagan y diseñar mecanismos efectivos para garantizar el cumplimiento impositivo.
Por su parte, Isidoro Santana mencionó diversas motivaciones que justifican la necesidad de una reforma fiscal en el país. Destacó la importancia de dotar al Estado de recursos para producir más bienes públicos, ya que existe una carencia de infraestructura básica como calles, carreteras, educación y salud. Santana señaló que el problema no es la deuda en sí, sino el endeudamiento excesivo que impide generar un superávit primario. Expresó preocupación por el crecimiento continuo de la deuda y la dificultad de detener este proceso, que representa más del 2% del PIB.
Richard Medina, coordinador de la carrera de Economía de Intec, resaltó el riesgo que representa el calendario de vencimientos de deuda e intereses para el país hasta el 2027. También mencionó que los gastos corrientes del Gobierno superan los ingresos, una situación que no se había presentado entre 1990 y 2019. Medina planteó la necesidad de una reforma fiscal que incremente los ingresos y mejore el gasto público. Por otro lado, Roberto Despradel enfatizó en la importancia de una distribución equitativa de la carga fiscal y en la eficiencia en la gestión administrativa como elementos clave de la reforma fiscal.
Germania Montás, exdirectora de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), mencionó la necesidad de determinar el tamaño exacto que debe tener la reforma fiscal en el país, ya que actualmente no está claro. Criticó la graduación de la presión tributaria planteada en la Estrategia Nacional de Desarrollo y mencionó que muchas exenciones fiscales responden a deficiencias en el sistema tributario. Por último, Rolando Guzmán planteó que la magnitud de la reforma fiscal es un asunto político y que considera imprescindible llegar al 6% del PIB de impacto para que realmente valga la pena llevar a cabo la reforma.
En resumen, los economistas coinciden en la necesidad de una reforma fiscal en la República Dominicana para mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos, gestionar adecuadamente los recursos públicos y combatir el endeudamiento excesivo. Destacan la importancia de aumentar los ingresos y mejorar el gasto público, así como de garantizar una distribución equitativa de la carga fiscal. Sin embargo, existe discrepancia en cuanto a cuál debería ser el tamaño exacto de la reforma y cómo debería ser implementada. En general, se plantea la urgencia de tomar medidas para fortalecer el sistema fiscal y garantizar el desarrollo sostenible del país.