En los últimos días, la ciudad de Nueva York ha sido testigo de varios asesinatos en áreas donde residen muchas familias dominicanas. Entre las víctimas se encuentra Ronald Gómez Mesa, de 29 años, quien fue apuñalado mientras firmaba con su celular un reporte de accidente automovilístico en Phelan Place. Tras discutir con una mujer y su novio, el agresor le propinó varias puñaladas y huyó del lugar.
En otro incidente, Mateo Solís, de 20 años, fue apuñalado por la espalda en la avenida Saint Nicholas con la calle 185, en el Alto Manhattan, y falleció horas después en el hospital. Asimismo, un hombre fue asesinado a puñaladas en Hancock Place, en Manhattan, y otro falleció de un disparo en la espalda en la calle 118 W con Frederick Douglas Blvd. Además, un joven de 16 años fue apuñalado en la calle 149 W con la avenida Bradhurst. En la estación del tren A en la calle 175 con la avenida Fort Washington, también se reportó un asesinato a puñaladas.
Ante esta ola de violencia, la policía ha pedido la colaboración de la comunidad para obtener información que ayude a esclarecer estos crímenes. Cualquier persona que tenga detalles sobre estos incidentes puede comunicarse con Crime Stoppers al 1-800-577-8477 o al 1-888-577-4782, o también enviar información a través del sitio web https://crimestoppers.nypdonline.org/ o por correo electrónico a @NYPDTips. Todas las llamadas se mantendrán en estricta confidencialidad.
Este aumento en la violencia en áreas de Nueva York donde residen familias dominicanas ha generado preocupación en la comunidad y en las autoridades. Los casos de asesinatos indiscriminados, como el de Ronald Gómez Mesa y los demás mencionados, generan temor y alarma en la población, que clama por justicia y seguridad en sus vecindarios.
La falta de arrestos relacionados con estos asesinatos agrava la situación y pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de prevención del delito y de captura de los responsables. La policía está intensificando sus esfuerzos para dar con los autores de estos crímenes y hacer justicia a las víctimas y sus familias.
Es fundamental que la comunidad se una en contra de la violencia y colabore con las autoridades para identificar a los responsables y evitar que estos hechos continúen ocurriendo en la ciudad. La seguridad y el bienestar de todos los residentes de Nueva York, incluidas las familias dominicanas afectadas por estos crímenes, deben ser una prioridad para garantizar la paz y la convivencia en la ciudad.