En Nueva York, hay una gran cantidad de centros de asilos que albergan a cientos de dominicanos y otras etnias. Sin embargo, hasta el 1 de junio pasado, 120 centros no habían sido inspeccionados dentro del tiempo requerido, y 33 no han sido inspeccionados desde 2021. El 73% de estos centros tienen violaciones previas y no han sido controlados adecuadamente.
Según la ley federal, los hogares de ancianos deben ser inspeccionados al menos una vez cada 15 meses por las autoridades sanitarias estatales. Sin embargo, en la ciudad de Nueva York, la falta de inspectores ha provocado un retraso en la mayoría de las inspecciones, superando el límite legal. Muchos de los centros que no han sido inspeccionados se encuentran entre los que tienen la calificación más baja posible en una escala de calidad determinada por inspecciones, métricas de calidad y niveles de personal.
Más de la mitad de las 32 instalaciones con una estrella en la ciudad no han sido inspeccionadas en más de 15 meses, lo cual es preocupante ya que se supone que los centros de asilos deben seguir ciertos estándares de calidad para garantizar el bienestar de los residentes. Cada equipo de inspección debe contar con un enfermero registrado, sin embargo, en 2022 casi el 60% de los puestos de inspector de hogares de ancianos del Departamento de Salud del estado estaban vacantes.
Una investigación del Senado de EE. UU. reveló que Nueva York tiene una de las tasas de vacantes más altas del país en lo que respecta a inspectores de hogares de ancianos, con solo el 4% de vacantes una década antes y un aumento del 60% en la actualidad. Esta falta de inspectores está poniendo en riesgo la seguridad y el bienestar de los residentes de los hogares de ancianos en la ciudad de Nueva York, especialmente en aquellos con calificación baja y con violaciones previas sin control.
Es fundamental que las autoridades sanitarias estatales tomen medidas urgentes para abordar esta grave escasez de inspectores en los hogares de ancianos de la ciudad de Nueva York. La falta de inspecciones adecuadas y el retraso en las mismas pueden tener consecuencias negativas para la calidad de vida de los residentes, especialmente aquellos en centros con calificación baja y violaciones previas. Es responsabilidad de las autoridades garantizar que se cumplan los estándares de calidad y brindar un entorno seguro a los residentes de los hogares de ancianos.
En conclusión, la falta de inspectores en los hogares de ancianos de la ciudad de Nueva York está generando retrasos en las inspecciones y poniendo en riesgo la seguridad y el bienestar de los residentes. Es necesario que las autoridades sanitarias tomen medidas inmediatas para abordar esta situación y garantizar que se cumplan los estándares de calidad en todos los centros de asilos. El bienestar de los adultos mayores es de suma importancia y no puede verse comprometido por deficiencias en las inspecciones y en la atención de los centros de asilos.