El primer ministro de Haití, Garry Conille, destacó la importancia de la presencia de la policía keniata desplegada en el país para controlar las pandillas y avanzar hacia elecciones democráticas. El gobierno se enfocará en combatir la violencia de las pandillas, la inseguridad alimentaria, asegurar elecciones libres a través de reformas constitucionales y políticas, y reconstruir la confianza pública en la policía. El contingente inicial de 200 policías de Kenia llegó a Puerto Príncipe el 25 de junio, y se espera que se sumen 1,000 agentes más, provenientes de otros países como Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benín, Chad y Jamaica, hasta sumar 2,500 efectivos.
Las pandillas han aumentado su poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, controlando hasta el 80% de la capital y provocando un incremento en asesinatos, violaciones y secuestros. Esto ha llevado a un aumento de grupos de patrullas civiles. Conille, exespecialista de desarrollo de Naciones Unidas y nuevo primer ministro, tiene la responsabilidad de estabilizar el país de cara a las elecciones democráticas programadas para febrero de 2026. El objetivo es movilizar todos los recursos disponibles para lograr una transición pacífica hacia la seguridad y el desarrollo sostenible.
El contingente de policías keniata ha mantenido reuniones con la policía nacional y ha comenzado operaciones conjuntas desde su llegada en junio. En febrero, las pandillas realizaron ataques contra infraestructuras estatales, lo que culminó en la renuncia del primer ministro en abril. La violencia ha llevado al desplazamiento de más de 580,000 personas, la mitad de ellas niños, y más de 4 millones de haitianos sufren inseguridad alimentaria. Se busca redefinir estrategias para construir instituciones fuertes y eficaces en Haití una vez que la fuerza policial internacional abandone el país.
Conille resaltó la importancia de una estrecha coordinación y comunicación constante entre todas las partes implicadas en la fuerza policial internacional para evitar repetir errores del pasado. Se busca escapar de la espiral de misiones de seguridad y garantizar una transición exitosa hacia la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible en Haití. La intervención extranjera en el país ha sido variada, con abusos contra los derechos humanos y falta de respeto a la soberanía y cultura local. Haití busca consolidar su autonomía y fortalecer sus instituciones para un futuro sin dependencia de misiones de seguridad internacionales.