La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) llevó a cabo su 62ª Asamblea Plenaria, donde se evaluaron las acciones pastorales realizadas en las 11 diócesis, en el ordinariato castrense y en los organismos asociados, así como el plan institucional trienal. Durante la jornada, que tuvo lugar del 30 de junio al 5 de julio, los obispos se mantuvieron en oración, especialmente por la aprobación de un Código Penal que respete la Constitución y los valores dominicanos, y reflexionaron sobre la situación del país, pidiendo a Dios que continúe iluminando a las autoridades.
Monseñor Héctor Rodríguez, arzobispo de Santiago de los Caballeros y presidente de la CED, mencionó que durante la asamblea los obispos estuvieron atentos al huracán Beryl y se solidarizaron con los países afectados. También hizo un llamado a los organismos de emergencia y a la ciudadanía para que tomen las medidas necesarias ante la onda tropical que afecta al país. En la misa de clausura, Mons. Rodríguez destacó la importancia de la defensa de la dignidad humana y la vida, instando a los obispos a centrarse en los ambientes donde se irrespetan esos valores.
Asimismo, les exhortó a mantenerse fieles a la misión de Jesús y a responder con esperanza a los desafíos que enfrenta la Iglesia católica en la República Dominicana, como la protección de menores y personas vulnerables, la transparencia, la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la secularización y la reforma sinodal de la Iglesia. Durante la asamblea, los obispos recibieron la visita del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo emérito de Santo Domingo, con quien compartieron un tiempo de fraternidad. Además, recibieron la visita de Ricardo Grzona, presidente de la Fundación Ramón Pané.
En la Asamblea Plenaria se discutió también sobre la importancia de la unidad entre los obispos y se destacó la necesidad de mantener la comunión y la fraternidad en estos tiempos de desafíos para la Iglesia. Se resaltó la labor del Instituto Nacional de Pastoral, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino y el Seminario Propedéutico San Pío X, así como la importancia del plan institucional trienal para fortalecer las acciones pastorales en todo el país.
Los obispos de la CED también manifestaron su compromiso de trabajar por el bien común y de seguir promoviendo los valores cristianos en la sociedad dominicana. Se hizo hincapié en la importancia de la colaboración entre la Iglesia y las autoridades para construir un país más justo y solidario. En este sentido, se pidió a Dios que continúe iluminando a las autoridades para que sus decisiones contribuyan al progreso y al bienestar de todos los ciudadanos.
En resumen, la 62ª Asamblea Plenaria de la CED fue un espacio de reflexión y oración donde los obispos se reunieron para evaluar las acciones pastorales en el país, solidarizarse con los países afectados por desastres naturales y reafirmar su compromiso con la defensa de la dignidad humana y la vida. Se destacó la importancia de la unidad entre los obispos, la colaboración con las autoridades y la promoción de los valores cristianos en la sociedad dominicana.