El primer ministro de Haití, Garry Conille, ha dado un ultimátum a las bandas armadas para que depongan las armas en un plazo limitado, enfatizando que el Estado no esperará indefinidamente. Solo se contemplará el diálogo nacional una vez que las bandas hayan depuesto las armas y reconocido la autoridad del Estado. Esto se produce después de que el líder de las bandas, Jimmy Cherisier, alias ‘Barbecue’, propusiera esta posibilidad como parte de un intento de establecer la paz en el país.
Conille ha enumerado sus prioridades en materia de seguridad, incluyendo la recuperación del control de los territorios ocupados por hombres armados, facilitar el retorno de desplazados, garantizar la libre circulación de personas y bienes, así como conceder justicia y reparación a las víctimas de las bandas. El Estado haitiano busca recuperar el control del territorio nacional gradualmente, casa por casa, barrio por barrio y ciudad por ciudad, aunque no ha proporcionado detalles sobre la fecha de lanzamiento de las operaciones contra las bandas, especialmente con el apoyo de la Fuerza Multinacional liderada por Kenia.
Durante su visita a Washington y Nueva York, Conille participó en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Haití, buscando apoyo y respaldo para el gobierno de transición. Mantuvo reuniones con funcionarios del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, así como con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken. El objetivo era exponer la visión y las prioridades del gobierno actual de acuerdo con el Acuerdo Político para una Transición Pacífica y Ordenada de abril pasado.
Cherisier había anunciado previamente una estrategia para deponer las armas con el fin de facilitar el diálogo nacional y fomentar la paz, dejando en claro que la agenda de las bandas incluía esta posibilidad. Conille ha hecho hincapié en que el diálogo solo será posible una vez que las bandas hayan cumplido con este requisito crucial de deponer las armas y reconocer la autoridad del Estado. Esta postura marca un cambio significativo en las negociaciones y es un paso importante hacia la búsqueda de una solución pacífica y duradera en Haití.
El gobierno de transición de Haití liderado por Conille busca consolidar el control del territorio nacional y restablecer la seguridad en un momento de intensa violencia y conflicto. La cooperación con la Fuerza Multinacional y la búsqueda de apoyo internacional son elementos clave en esta estrategia. Conille ha dejado en claro que la situación en Haití requiere un compromiso continuo y sostenido por parte de la comunidad internacional para lograr el éxito de la transición política en el país. Las reuniones con representantes de organizaciones internacionales y el gobierno de EE. UU. buscan fortalecer esta colaboración y establecer las bases para una recuperación efectiva en Haití.