Un equipo de biólogos ha descubierto una nueva especie de piraña, la Serrasalmus magallanesi, en el río Madeira, en Bolivia. Este hallazgo demuestra la importancia de investigar la ictiofauna de la cuenca amazónica para comprender mejor su biodiversidad y conservarla. Al igual que otras pirañas en América del Sur, las del río Madeira son depredadoras que se alimentan de peces, invertebrados y materiales vegetales. Todas estas especies pertenecen a tres géneros: Serrasalmus, Pygocentrus y Pygopristis.
Revisiones recientes de material de colecciones ictiológicas en Bolivia revelaron la presencia de una nueva especie de piraña del género Serrasalmus en el sistema superior del río Madeira, que previamente había sido identificada erróneamente como Serrasalmus hollandi. Para confirmar la existencia de esta nueva especie, un equipo internacional de biólogos liderado por la Universidad Mayor de San Simón en Cochabamba, Bolivia, y con la participación de la Universidad Autónoma de Madrid, analizó 159 individuos de las ocho especies conocidas y la posible nueva especie de Serrasalmus presentes en Bolivia.
El equipo llevó a cabo mediciones morfológicas, conteos morfológicos, análisis de coloración, radiografías para observar las vértebras, costillas y radios que sostienen las aletas, así como estudios de análisis genéticos. La nueva especie, Serrasalmus magallanesi, fue confirmada y descrita por el equipo de biólogos, presentando características únicas como un cuerpo plateado en vida, una aleta anal con una mancha en forma de medialuna en la base, una aleta anal roja con una franja oscura en el borde y un hocico alargado. Esta especie puede alcanzar los 20 cm de longitud y tener una mancha humeral difusa o ausente.
Serrasalmus magallanesi es la novena especie de piraña descubierta en Bolivia y la número 32 en América del Sur. Los investigadores resaltan la importancia de conocer la fauna del Amazonas para conservar estas especies, que son un valioso patrimonio natural del planeta. Este descubrimiento destaca la necesidad de continuar investigando y protegiendo la biodiversidad en la cuenca amazónica para garantizar su preservación a largo plazo y fomentar la conciencia sobre la importancia de conservar los ecosistemas acuáticos.