Milton Díaz, asesor del Club San Lázaro, destacó la importancia de varios dirigentes que han llevado al club de baloncesto a buen puerto a lo largo de los años. Sin embargo, según su criterio, el fallecido Héctor Báez lidera este grupo de grandes mentores que han trabajado con la organización. Báez, quien fue jugador del club a partir de 1976, dejó una huella imborrable en la filosofía del club y se destacó por su respeto hacia todos y su carácter fuerte como dirigente.
Por otro lado, se mencionan otros nombres de figuras destacadas que han pasado por el Club San Lázaro, como Fernando Teruel, Miguel Cruceta, Hugo Cabrera, Félix Aguasante y el pionero de los dirigentes de los lazareños. Estas personas también han dejado su marca en la organización a través de su trabajo y dedicación en el desarrollo de los equipos superiores de baloncesto del club. Con su esfuerzo y liderazgo, contribuyeron al crecimiento y éxito de la institución.
En cuanto al legado de Héctor Báez, se destaca su influencia en los niños y jóvenes del club, transmitiéndoles los valores y principios que caracterizan a la organización. Su dedicación y compromiso con el desarrollo deportivo y personal de los jugadores lo posicionan como uno de los pilares fundamentales en la historia del Club San Lázaro. Su forma de tratar a todos con respeto y su firmeza como dirigente son cualidades que lo hacen destacar en la memoria de quienes lo conocieron y trabajaron con él.
El reconocimiento a Héctor Báez como líder y mentor de la organización se evidencia en las palabras de Milton Díaz, quien resalta su importancia en la trayectoria del Club San Lázaro. A través de su trabajo y ejemplo, Báez dejó una huella imborrable en la institución y en todas las personas que tuvieron la oportunidad de compartir con él. Su legado perdura en la filosofía y valores que siguen guiando al club en su camino hacia el éxito en el baloncesto.
Finalmente, se destaca la importancia de valorar y reconocer la labor de los dirigentes y mentores que han contribuido al crecimiento del Club San Lázaro a lo largo de los años. Su dedicación y sacrificio en la formación de los equipos y en la transmisión de valores deportivos son fundamentales para el desarrollo integral de los jugadores y para la consolidación de la institución. El trabajo en equipo y la colaboración entre todas las partes involucradas son clave para alcanzar el éxito y mantener vivo el espíritu deportivo que caracteriza al club.