Según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se revela que a pesar de los esfuerzos realizados, todavía hay 128 millones de niños y 122 millones de niñas que no están escolarizados, lo que tiene un impacto en la economía, la salud y el cumplimiento de la ley. Además, se destaca que el déficit de competencias alcanza el 64% en América Latina y el Caribe, y en otras regiones como África Subsahariana, Asia Meridional y Occidental, así como en los Estados Árabes, el porcentaje es incluso más alto, lo que representa un problema preocupante para el futuro.
El informe también señala que el 75% de los jóvenes expresan tener miedo por su futuro, lo que refleja la importancia de invertir en educación para garantizar oportunidades y desarrollo. Se advierte que para el año 2030, esta situación podría llegar a costar billones de dólares en todo el mundo, lo que resalta la urgencia de abordar este problema de manera efectiva. La falta de acceso a una educación de calidad tiene repercusiones no solo en el ámbito económico, sino también en la salud y el respeto a la ley, lo que muestra la importancia de invertir en educación como un elemento fundamental para el progreso y el bienestar de las sociedades.
La Unesco alerta sobre el precio de la inacción en materia de educación, señalando que la desescolarización y las carencias educativas actualmente cuestan 10 billones de dólares al año a la economía global. Este costo no solo afecta a los individuos y sus oportunidades de desarrollo personal y profesional, sino que también tiene un impacto significativo en la economía mundial. Para el año 2030, se proyecta que el costo de la inasistencia a la escuela será mayor que la suma de los PIB anuales de países como Francia y Japón, lo que pone de manifiesto la magnitud del problema y la necesidad de tomar medidas urgentes.
En colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Secretaría de la Mancomunidad de Nacionales, la Unesco elaboró el primer informe mundial que destaca los costos monetarios de dejar rezagados en la educación a niñas, niños y jóvenes en todo el mundo. Este informe pone de manifiesto los desafíos fundamentales que enfrenta la educación en cuanto a lograr la calidad inclusiva, equitativa y la igualdad de género, así como los costos económicos asociados a la falta de inversión en este sector.
Se proyecta que para el año 2030, los costos privados anuales de los porcentajes actuales de abandono escolar prematuro y de niños con competencias inferiores a las básicas ascenderán a 6,3 y 9,2 billones de dólares, respectivamente. Estos costos representarán entre el 11% y el 17% del PIB mundial, lo que subraya la importancia de abordar este problema de manera integral y urgente. En un horizonte de 20 años, se estima que estos costos privados podrían aumentar hasta 20 veces, lo que tendría un impacto devastador en el desarrollo social, económico y cultural de las sociedades en todo el mundo.