El reconocido actor español Antonio Banderas decidió demoler la casa que compró en Marbella a mediados de los años 90, donde vivió durante su matrimonio con la actriz estadounidense Melanie Griffith. La propiedad se encontraba en una situación irregular debido a una licencia de construcción ilegal, la cual fue anulada por la justicia. La casa, conocida como 'La Gaviota', fue construida en una parcela designada para equipamiento sanitario y también invadía la zona de dominio público marítimo terrestre. Después de enfrentar litigios judiciales durante años, Banderas decidió derribar la casa para resolver la situación.
En 2003, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anuló la licencia de construcción de la propiedad de Banderas, lo que llevó al actor a recurrir la decisión. Sin embargo, en 2008 el tribunal rechazó el recurso presentado por la defensa de Banderas, ratificando la nulidad de la licencia de obra concedida durante la alcaldía de Jesús Gil, quien estuvo implicado en casos de corrupción urbanística. Además de la licencia, Banderas también tuvo que ceder parte de la parcela de su casa al Ayuntamiento en 2013, lo que implicó la demolición de parte del muro exterior de la finca. Esta cesión permitió la ampliación de un tramo del paseo marítimo en la zona.
La situación de irregularidad de la casa de Banderas en Marbella se vio agravada en 2015 cuando el Tribunal Supremo español invalidó el plan de ordenación de Marbella, dejando la casa en una situación legal precaria. A pesar de que el actor siempre estuvo de acuerdo con las cesiones y acuerdos con el Ayuntamiento, la propiedad seguía enfrentando problemas legales. Finalmente, Banderas tomó la decisión de derribar la casa en busca de poner fin a los problemas legales y regularizar la situación de la propiedad. A pesar de haber vivido momentos importantes en esa casa, el actor decidió tomar esta drástica medida para resolver la situación.
La propiedad de Banderas, ubicada en una exclusiva urbanización en Marbella, se convirtió en un caso emblemático de la lucha contra la corrupción urbanística en España. La anulación de la licencia de construcción y los litigios judiciales que siguieron representaron un duro golpe para el actor, quien finalmente decidió demoler la casa para poner fin a la situación irregular. Aunque la demolición de la casa representa el final de una etapa importante en la vida de Antonio Banderas, también marca el comienzo de un nuevo capítulo legal para el actor y su propiedad en Marbella.