El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana tiene un Banco de Semillas en Nigua, San Cristóbal, que tiene como objetivo conservar y garantizar el patrimonio genético de las plantas forestales en el país. Este es el primer Banco de Semillas Endémicas y Nativas de la República Dominicana y el Caribe, con varios viveros a nivel nacional. El Laboratorio de Semillas Forestales genera información sobre la calidad de las semillas adquiridas para la producción de plantas utilizadas en la restauración de ecosistemas, reforestación y producción forestal.
El esfuerzo en la creación de este Banco de Semillas comenzó en 1990 con la creación de un laboratorio de semillas para evaluar su calidad. En 2010 finalmente se estableció el Banco de Semillas, que hoy en día es un referente en la región. Varios países de América Latina vienen a recibir capacitación en la República Dominicana. La importancia de analizar los frutos recolectados radica en determinar la eficacia de las actividades de selección, recolección, procesamiento y almacenamiento para asegurar el éxito en la producción de plantas en viveros y su establecimiento en plantaciones forestales.
Las semillas en el Banco de Semillas se clasifican en recalcitrantes, que no toleran el secado sin perder su viabilidad, y ortodoxas, que sí toleran el secado y almacenamiento. Se analizan más de 400 lotes cada año de especies como Cabirma Santa, Cabirma Guinea, Caoba Criolla, Roble, Cedro y Pino Criollo. También se monitorean semillas almacenadas de años anteriores para determinar la disponibilidad y la cantidad necesaria para la reforestación anual del Ministerio y apoyar iniciativas de restauración y reforestación de la sociedad civil.
El 90% de las semillas en el Banco son nativas o endémicas, y se realizan pruebas de laboratorio para comprobar la tolerancia al secado y almacenamiento de las semillas. Es crucial conservar la viabilidad de las semillas resguardándolas a una temperatura y humedad adecuadas, según la especie. Las semillas son distribuidas en donación a solicitud, contribuyendo así a la conservación y propagación de especies forestales en la República Dominicana y la región. El Banco de Semillas en Nigua es un ejemplo de iniciativa de conservación del patrimonio genético de las plantas forestales, con impacto en la restauración ecológica y la protección de los recursos naturales.