El consumo de alcohol está asociado con un aumento en los casos de cáncer colorrectal y de mama en los Estados Unidos en 2019. A pesar de la tendencia creciente de la "sobriedad curiosa" y la adopción de sustitutos sin alcohol, muchas personas continúan consumiendo bebidas embriagantes de forma regular. Los científicos han emitido advertencias sobre los riesgos para la salud relacionados con el consumo incluso de cantidades pequeñas de alcohol.
Un grupo de investigadores canadienses ha evaluado cómo el consumo de alcohol está relacionado con un aumento en la mortalidad, incluyendo cáncer, enfermedades cardíacas y accidentes. Según las directrices de Canadá para 2023, el consumo de siete bebidas estándar por semana incrementa considerablemente el riesgo. Se sugiere que dos bebidas o menos por semana tienen un riesgo bajo, de tres a seis bebidas son moderadas, y siete o más representan un riesgo significativamente alto.
El consumo de alcohol ligero está asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el esófago, la cavidad oral, la garganta y la laringe. Incluso en niveles moderados, hay un incremento en el riesgo de cánceres de la cavidad oral, garganta y laringe. En cuanto al cáncer de mama, los bebedores ligeros presentan un riesgo ligeramente mayor que los no bebedores, mientras que los bebedores moderados y pesados tienen un riesgo aumentado de desarrollar este tipo de cáncer.
El consumo moderado o prolongado de alcohol ha sido objeto de debate, lo que ha llevado a un comité federal de Estados Unidos a reevaluar las pautas de consumo de alcohol. En la actualidad, las recomendaciones son un máximo de dos bebidas al día para hombres y una para mujeres. El alcohol es el tercer factor de riesgo más fuerte para las mujeres y el cuarto para los hombres en términos de riesgo de cáncer que puede ser modificado mediante cambios en el comportamiento.
El consumo de alcohol ha sido asociado con aproximadamente 24,400 muertes por cáncer y cerca de 97,000 casos de cáncer en los Estados Unidos en 2019. Las pautas de consumo de EEUU y Canadá definen una bebida estándar como una cantidad específica de cerveza, vino o licores. Los efectos negativos del alcohol en el cuerpo humano son más pronunciados en las mujeres, especialmente en relación con el cáncer de mama, debido a diferencias fisiológicas.
Para quienes buscan reducir su consumo de alcohol, se recomienda alternar bebidas alcohólicas con no alcohólicas, evitar consumir en ayunas, y comer mientras se bebe para ralentizar la absorción del alcohol en el cuerpo. Los estudios muestran que el consumo excesivo de alcohol está asociado con un mayor riesgo de accidentes y lesiones, así como de diabetes tipo 2. Es fundamental concienciar sobre los riesgos para la salud asociados con el consumo de alcohol y adoptar hábitos más equilibrados para reducir estos riesgos.