En el Salón de la Fama de Cooperstown han sido inducidos un total de 19 latinos, siendo Cuba el país con más representantes con seis inmortales, seguido de Puerto Rico y la República Dominicana, con cinco representantes cada uno; Panamá cuenta con dos y Venezuela con uno. Entre los inmortales latinoamericanos se encuentran jugadores como Roberto Clemente, Juan Marichal, Luis Aparicio, Rod Carew, Orlando Cepeda, Tony Pérez, entre otros, quienes han dejado una huella imborrable en la historia del béisbol.
Uno de los primeros en ser exaltado al Salón de la Fama fue Roberto Clemente, de Puerto Rico, en 1973, seguido de Juan Marichal, de la República Dominicana, en 1983 y Luis Aparicio, de Venezuela, en 1984. Estos jugadores destacaron por sus habilidades en el campo y su contribución al mundo del béisbol a lo largo de sus carreras. Clemente, en particular, fue un jugador excepcional con numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su trayectoria en las Grandes Ligas.
En la década del 2010, el número de latinos en el Salón de la Fama aumentó significativamente, pasando de seis a doce inmortales. Entre los nuevos exaltados se encuentran figuras como Roberto Alomar, Pedro Martínez, Iván Rodríguez, Vladimir Guerrero, Mariano Rivera, entre otros, quienes han dejado una huella imborrable en la historia del béisbol con sus talentos y logros en el terreno de juego. Pedro Martínez, particularmente, fue uno de los lanzadores más dominantes en la historia de las Mayores, con múltiples premios y reconocimientos a lo largo de su carrera.
Además, jugadores como David Ortiz, Edgar Martínez, Orestes -Minnie- Miñoso, Tony Oliva y Adrián Beltré también han sido exaltados al Salón de la Fama en años recientes, reconociendo su impacto en el béisbol y su legado en el deporte. Estos jugadores han dejado una marca imborrable en la historia del béisbol con sus habilidades y logros excepcionales, consolidándose como leyendas del deporte.
En resumen, la presencia de latinos en el Salón de la Fama de Cooperstown ha ido en aumento en las últimas décadas, destacando el talento y la contribución de jugadores de diferentes países de Latinoamérica al mundo del béisbol. Estos inmortales han dejado un legado duradero en el deporte, siendo reconocidos por su excelencia en el campo y su impacto en la historia del béisbol. Con cada nuevo exaltado, se celebra la diversidad y la riqueza del béisbol latinoamericano en un escenario tan prestigioso como el Salón de la Fama.