En República Dominicana, la falta de oportunidades y la baja rentabilidad de las actividades agrícolas generan desesperanza en la juventud rural. Esto se traduce en deserción escolar, abandono de sus lugares de origen, embarazos adolescentes, inicio temprano de relaciones sexuales, actos delictivos y consumo de drogas ilegales. Además, el envejecimiento de los productores dominicanos y la desmotivación de las nuevas generaciones campesinas para dedicarse a labores agropecuarias representan amenazas para la autosuficiencia alimentaria del país y son un factor de emigración hacia las ciudades y el extranjero.
Para abordar esta problemática, el Gobierno dominicano ha implementado un programa que busca convertir a los jóvenes rurales en microempresarios. En los últimos 17 meses, más de 7,000 emprendedores, siendo más del 50% mujeres, han recibido entrenamiento, asistencia técnica y donaciones en especies. La estrategia también busca reducir el número de jóvenes que ni trabajan, ni estudian, ni se capacitan (ninis) en el país. El Programa Agropecuario del Mañana EMPRENDE RD, a cargo del Fondo para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), destina alrededor de 100 millones de pesos en motivar a la juventud del campo.
La inversión en la juventud rural busca revertir las tendencias negativas y fomentar el desarrollo económico y social en las zonas rurales de República Dominicana. Con la promoción de microempresarios, se busca impulsar la producción agrícola y pecuaria, mejorar la calidad de vida de los habitantes rurales y garantizar la seguridad alimentaria en el país. Además, se pretende disminuir la emigración de jóvenes a las ciudades y al extranjero, brindándoles oportunidades de crecimiento y desarrollo en sus propias comunidades.
El programa del Gobierno dominicano ha tenido resultados positivos en la capacitación y apoyo a los emprendedores rurales. El fomento de la participación de las mujeres en el programa es un punto destacado, ya que contribuye a la equidad de género y al empoderamiento de las mujeres en el sector agropecuario. La formación en negocios, la asistencia técnica y las donaciones en especies han permitido que los jóvenes rurales puedan iniciar sus propios emprendimientos y mejorar sus condiciones de vida.
Además de la formación empresarial, el programa también promueve la sostenibilidad ambiental y el uso de prácticas agrícolas sostenibles. Esto contribuye a la conservación de los recursos naturales y al cuidado del medio ambiente en las zonas rurales de República Dominicana. La inclusión de aspectos ambientales en la formación de los emprendedores rurales garantiza que sus actividades sean respetuosas con el entorno y contribuyan al desarrollo sostenible de sus comunidades.
En resumen, el programa del Gobierno dominicano para convertir a los jóvenes rurales en microempresarios busca enfrentar la desesperanza y la falta de oportunidades en el campo. Con inversiones en capacitación, asistencia técnica y apoyo financiero, se pretende impulsar el desarrollo económico y social en las zonas rurales, promoviendo la autosuficiencia alimentaria, la equidad de género, el desarrollo sostenible y la reducción de la emigración de los jóvenes. Con el fomento de emprendimientos rurales sostenibles, se espera mejorar las condiciones de vida de la juventud rural y garantizar un futuro próspero y sostenible para las comunidades rurales de República Dominicana.