Un estudio reciente ha revelado factores críticos de vulnerabilidad y resiliencia en la enfermedad de Alzheimer a través de un detallado análisis de la expresión genética de células cerebrales. El estudio se realizó en más de 1.3 millones de células de 70 tipos diferentes de 6 regiones cerebrales de donantes con y sin Alzheimer. Se identificó el papel clave de la proteína reelina en la debilidad cognitiva y de la colina en su mantenimiento.
El estudio fue liderado por investigadores del MIT y publicado en la revista Nature. Se utilizó una nueva herramienta de análisis y visualización unicelular que permitió estudiar las respuestas celulares a la patología de manera detallada. Se descubrió que las neuronas vulnerables en el hipocampo y la corteza entorrinal presentaban una menor abundancia en personas con Alzheimer, y expresaban la proteína reelina, relacionada con la capacidad cognitiva.
El análisis detallado reveló que la pérdida de neuronas productoras de reelina estaba asociada al deterioro cognitivo. La interconexión de estas neuronas en un circuito común refuerza la importancia de esta proteína en la salud cerebral. Los investigadores compararon los datos obtenidos en humanos con los de ratones modelo de Alzheimer, confirmando la reducción de estas neuronas en ambos casos.
El estudio también identificó factores de resiliencia que pueden preservar la cognición, como los niveles adecuados de astrocitos en varias regiones cerebrales. Se observó que un suplemento dietético de colina puede ayudar a los astrocitos a hacer frente a la alteración genética asociada al Alzheimer. Además, se descubrió que la espermidina, una molécula antioxidante, puede mejorar la capacidad cognitiva a través de suplementos dietéticos.
Los investigadores también observaron que los individuos con mejor recuperación cognitiva mostraban una mayor expresión de genes asociados a los astrocitos en el tejido cerebral. Estos hallazgos podrían ayudar a proponer nuevos tratamientos para el Alzheimer basados en la protección de las neuronas vulnerables y en el fortalecimiento de los factores de resiliencia en el cerebro. Se destacó la importancia de seguir investigando para comprender mejor esta enfermedad neurodegenerativa y encontrar estrategias eficaces para su prevención y tratamiento.