Un metaanálisis publicado en la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs demuestra que no hay un nivel seguro de consumo de alcohol y que beber con moderación no alarga la vida. Esta investigación liderada por la Universidad de Victoria examinó 107 trabajos previos que sugerían que los bebedores moderados tenían una vida más larga y menor riesgo de enfermedades cardíacas, lo que llevó a la creencia generalizada de que el alcohol en cantidades moderadas era beneficioso para la salud. Sin embargo, no todos los estudios llegaron a la misma conclusión, y muchos adolecían de defectos de diseño.
Los estudios previos se centraron en adultos mayores y no tuvieron en cuenta los hábitos de consumo de alcohol a lo largo de la vida, lo que llevó a comparar a los bebedores moderados con abstemios y bebedores ocasionales, incluyendo a adultos mayores que habían dejado de beber debido a problemas de salud. Esto generó un sesgo en los resultados, ya que aquellos que continuaban bebiendo parecían más sanos en comparación. Por lo tanto, las apariencias podían engañar cuando se analizaban los hábitos de consumo de alcohol y la longevidad.
Al profundizar en los datos, se encontró que el consumo moderado de alcohol no estaba relacionado con una vida más larga en estudios de mayor calidad que incluían a personas más jóvenes al principio y aseguraban que los bebedores antiguos y ocasionales no se consideraran abstemios. En cambio, los estudios de menor calidad, que incluían participantes de mayor edad y no hacían una distinción entre los antiguos bebedores y los abstemios de toda la vida, sí relacionaron el consumo moderado de alcohol con una mayor longevidad.
A pesar de la creencia generalizada de que el consumo moderado de alcohol puede ser beneficioso para la salud, ninguna organización sanitaria importante ha establecido un nivel seguro de consumo de alcohol sin riesgos. La ingesta de alcohol puede tener peligros potenciales para la salud, como un aumento en el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, la idea de que beber con moderación conduce a una vida más larga y saludable es refutada por esta investigación, que concluye que no hay un nivel seguro de consumo de alcohol.
En resumen, la idea de que una copa de vino al día es beneficiosa para la salud no está respaldada por la evidencia científica. Los estudios que sugerían que el consumo moderado de alcohol alargaba la vida adolecían de defectos de diseño y sesgos que llevaban a conclusiones erróneas. Por lo tanto, no existe un nivel seguro de consumo de alcohol y beber con moderación no garantiza una vida más larga. Esta investigación pone en duda la creencia común de que el alcohol, en cantidades moderadas, puede ser un tónico para la salud y destaca los peligros potenciales asociados con su consumo.