Los residentes de sectores de Santo Domingo Oeste como Buenos Aires, El Indio y La Ureña han estado esperando desde 1996 el saneamiento y la transformación de la cañada de Guajimía, que ha sido un foco de contaminación y enfermedad para cientos de familias. A pesar de la entrega de la primera fase del proyecto durante el gobierno de Leonel Fernández en 1996-2000, la fase 2 del proyecto avanza lentamente, lo que ha generado preocupación entre los residentes de la zona.
Roberto Báez, representante de la Junta de Vecinos de Buenos Aires de Herrera, teme que el presupuesto asignado para el proyecto no sea suficiente para completar las obras necesarias y que se abandone nuevamente el proyecto. A pesar de los avances logrados, los residentes siguen enfrentando problemas debido a la falta de tratamiento adecuado de las aguas residuales de la cañada.
Ángel José Bocio Fortuna, presidente del bloque de Juntas de Vecinos de Santo Domingo Oeste, explica que de los 138 millones de dólares aprobados para el proyecto, solo se ha entregado una parte y teme que el resto no sea desembolsado, dejando la obra inconclusa. Destaca la importancia de construir una planta de tratamiento de aguas residuales para completar el proyecto y mejorar la calidad de vida de los residentes afectados por la cañada de Guajimía.
Los residentes de la zona continúan sufriendo las consecuencias de la cañada de Guajimía, con inundaciones durante las lluvias torrenciales que dañan sus hogares y provoca malos olores que afectan su calidad de vida. A pesar de los esfuerzos realizados hasta el momento, la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales aún no ha comenzado, lo que genera incertidumbre entre los residentes.
Los líderes comunitarios hacen un llamado a las autoridades competentes para que desembolsen el dinero restante necesario para completar el proyecto y permitir que la empresa contratista pueda continuar con las obras. Esperan que la culminación de este proyecto mejore la vida de los residentes de Buenos Aires, El Indio, La Ureña y otros sectores afectados por la cañada de Guajimía, que ha sido un problema persistente durante décadas.
A pesar de los avances logrados en el proyecto de saneamiento y transformación de la cañada de Guajimía en Santo Domingo Oeste, los residentes continúan enfrentando desafíos debido a la lentitud en la ejecución de las obras y la falta de recursos para completar la planta de tratamiento de aguas residuales. La incertidumbre y la preocupación persisten entre los residentes, que esperan que las autoridades tomen medidas para finalizar este importante proyecto y mejorar su calidad de vida.