El Ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner, afirmó que se evitó una tragedia en los conciertos de Taylor Swift en Viena, ya que el principal sospechoso planeaba hacerse explotar frente al estadio donde se llevaría a cabo el espectáculo. La situación fue considerada seria y el sospechoso confesó sus planes, teniendo avanzada la fabricación del explosivo. La Policía austríaca no busca a otros sospechosos, pero las investigaciones continúan. El objetivo del sospechoso era matarse a sí mismo y a una gran multitud durante el concierto.
Después de las detenciones, Taylor Swift canceló los tres conciertos programados en Viena. En total, se detuvieron a tres personas: un cabecilla de 19 años, un segundo sospechoso de 17 años que trabajaba como personal de seguridad en el concierto y un tercer menor de 15 años. El joven de 17 años fue detenido cerca del estadio Ernst Happel, y se encontraron sustancias peligrosas, dispositivos técnicos y materiales para fabricar bombas en los registros. También se halló una sirena policial que se sospecha iba a ser utilizada para facilitar la llegada al lugar del atentado o la huida.
El cabecilla de la célula terrorista había renunciado a su trabajo el 25 de julio y se dedicó exclusivamente a los preparativos del atentado. Utilizó peróxido de hidrógeno como precursor en la fabricación de explosivos, confesando todos sus actos a las autoridades. La investigación se llevó a cabo gracias a información de servicios secretos extranjeros, quienes alertaron sobre la radicalización de los jóvenes en internet. El yihadista de 19 años había descargado y compartido instrucciones para fabricar bombas.
El director del servicio de inteligencia interna confirmó que, además de los explosivos, los sospechosos planeaban atacar con armas blancas a los seguidores de Taylor Swift. La intención era llevar a cabo el atentado durante el concierto. Aunque no se busca a más sospechosos, se considera que personas en el entorno de los detenidos podrían saber sobre sus planes y es necesario continuar con las investigaciones para evitaf cualquier otro posible atentado. La Policía austríaca llama a mantener la guardia alta.
En resumen, el plan de atentado en los conciertos de Taylor Swift en Viena fue evitado gracias a la rápida actuación de las autoridades austríacas. Tres personas fueron detenidas, incluido un cabecilla yihadista de 19 años, que había confesado sus intenciones de cometer el atentado. Se encontraron materiales peligrosos y dispositivos para la fabricación de bombas en los registros. A pesar de no buscar a más sospechosos, la Policía continúa con las investigaciones para garantizar la seguridad en eventos futuros.