El orgasmo femenino se define como una descarga de tensión física acompañada de intensa sensación de placer, con contracciones regulares en la vulva y vagina. La duración y número de contracciones varían entre mujeres y en cada relación sexual. El clítoris es el órgano fisiológicamente preparado para desencadenar la respuesta orgásmica en las mujeres, generando sensaciones placenteras con estimulación adecuada.
En el orgasmo masculino, la fase de emisión con la contracción de músculos internos seguida de la fase eyaculatoria expulsando el semen, proporciona una intensa sensación de placer. Hoy se celebra el Día Mundial del Orgasmo Femenino para concienciar sobre la sexualidad de las mujeres y su derecho al placer, desafiando tabúes y miedos al respecto.
Las mujeres experimentan un placer orgásmico de pies a cabeza, pudiendo alcanzar múltiples orgasmos si son estimuladas adecuadamente. A diferencia de los hombres, las mujeres tienen un período refractario corto o nulo. Sin un marcador claro para el orgasmo, las mujeres deben confiar en pistas sobre su fisiología para determinar si han llegado al clímax, destacando la importancia de la autoexploración y el conocimiento de su propio cuerpo.
Hay diferentes formas de orgasmo femenino, desde vaginal, clitoriano, del punto G, combinados, múltiples, a presión, de relajación y de tensión. Las mujeres pueden experimentar orgasmos de diversas maneras, dependiendo de su fisiología y psicología. Es fundamental perder el control para experimentar el orgasmo plenamente, superando prejuicios y permitiéndose vivir la experiencia con libertad.
La estimulación del clítoris se ha asociado a un mayor porcentaje de mujeres alcanzando el orgasmo en comparación con la penetración vaginal exclusiva. La masturbación, la comunicación constante con la pareja y la exploración de diferentes posiciones sexuales pueden ayudar a alcanzar orgasmos vaginales, clitorianos o del punto G. Es vital que las mujeres se permitan perder el control para disfrutar plenamente de la experiencia orgásmica.
La educadora sexual Betty Dodson identificó al menos nueve formas diferentes de orgasmo, desde vaginal, clitoriano, de punto G, combinado, múltiple, a presión, de relajación y de tensión. Cada mujer puede experimentar el orgasmo de manera única, adaptándose a sus preferencias y necesidades. Es fundamental desmitificar el orgasmo como la cumbre del placer y explorar las diversas posibilidades de disfrute sexual.