El verano es un momento perfecto para realizar deporte al aire libre y evitar el sedentarismo, ya que la actividad física aumenta el bienestar y la relajación, mejora el estado de ánimo y la energía. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa para los adultos. Realizar ejercicio al aire libre tiene beneficios adicionales, como la liberación de endorfinas que nos permiten relajarnos y sentirnos bien. También ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes.
Además de todos estos beneficios físicos, realizar deporte al aire libre nos proporciona una mayor motivación y constancia. Al practicar deportes más divertidos y aventureros, es más probable que nos mantengamos motivados para continuar con la actividad física. Es importante adaptar el ejercicio a nuestras capacidades, edad y forma física. Durante el verano, es recomendable evitar realizar actividad física intensa al aire libre durante las horas de calor para prevenir golpes de calor, mareos y deshidratación.
Otro beneficio de realizar actividad física al aire libre es el fortalecimiento del sistema inmunitario. La exposición a la naturaleza, con aire de mejor calidad que en las ciudades, puede mejorar nuestra salud general y contrarrestar problemas derivados de la contaminación. También se experimenta una liberación de endorfinas y sensación de relajación al estar en contacto con la naturaleza, lo que reduce los niveles de estrés y mejora el estado de ánimo.
Los espacios naturales al aire libre permiten que nuestra mente se relaje y descanse, ya que suelen tener menos estímulos visuales y auditivos estresantes que las ciudades. Esto ayuda a aumentar la capacidad de aprendizaje y refuerzo de habilidades, además de permitirnos estar más relajados. Asimismo, el cambio de entorno habitual contribuye a despejar la mente y reducir la tensión de las preocupaciones diarias. Para aquellas personas que padecen trastornos cognitivos, la práctica de actividades al aire libre puede reducir la ansiedad y favorecer la atención plena.
En resumen, realizar actividad física al aire libre durante el verano tiene numerosos beneficios para la salud física y mental. Desde la mejora del estado de ánimo y la relajación hasta el fortalecimiento del sistema inmunitario y la motivación para mantenerse constante en la práctica deportiva. Es importante recordar protegerse del sol con cremas, gafas de sol y sombreros, así como adaptar el ejercicio a nuestras capacidades y evitar la actividad intensa durante las horas de calor. En definitiva, aprovechar los espacios naturales para hacer ejercicio puede ser una excelente forma de cuidar nuestra salud integralmente.