México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador luego de que la policía irrumpió en la embajada mexicana en Quito para detener a un exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, que había solicitado asilo político allí. Esto se produjo en un momento de creciente tensión entre ambos países, con Andrés Manuel López Obrador calificando la detención como una violación al derecho internacional y a la soberanía de México. Glas, condenado en 2017 por sobornos y relacionado con la trama Odebrecht, salió de prisión en noviembre de 2022 y se refugió en la embajada mexicana en diciembre.
La acción de las autoridades ecuatorianas de arrestar a Glas en la embajada mexicana fue criticada por México, considerando que se violó el estatus diplomático de la legación. El jefe de la sección consular mexicana en Quito expresó su preocupación por la vida de Glas y denunció la violencia ejercida por las autoridades ecuatorianas durante la operación. Por su parte, el gobierno de Ecuador defendió su actuación, afirmando que Glas no podía considerarse un perseguido político y que se abusó de los privilegios diplomáticos al otorgarle asilo en la embajada mexicana.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, confirmó la ruptura inmediata de las relaciones diplomáticas con Ecuador debido a la violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal mexicano en Ecuador. México también denunciará a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por violaciones al Derecho Internacional. La embajada de México en Quito estaba fuertemente custodiada por la policía tras el incidente, con presencia militar en las inmediaciones.
Antes de la entrada de los uniformados ecuatorianos a la embajada mexicana, Bárcena había solicitado un salvoconducto para que Glas pudiera abandonar el país. La tensión entre México y Ecuador se había incrementado previamente a raíz de declaraciones realizadas por López Obrador sobre las elecciones en Ecuador y el asesinato de un candidato presidencial. Esto llevó al gobierno ecuatoriano a declarar persona non grata a la embajadora mexicana en el país, añadiendo más tensiones a la relación bilateral.
En medio de la controversia y el rompimiento de relaciones diplomáticas, México espera que Ecuador ofrezca las garantías necesarias para la salida de su personal diplomático del país. Por su parte, las autoridades ecuatorianas no se han pronunciado públicamente sobre el incidente en la embajada mexicana en Quito. La situación entre ambos países sigue siendo tensa y la ruptura de relaciones diplomáticas representa un quiebre en la relación bilateral que podría tener consecuencias a nivel internacional.