El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aprobó un plan estratégico nuclear altamente clasificado en marzo que reorienta la estrategia disuasoria del país para centrarse en la rápida expansión del arsenal nuclear de China. Por primera vez, se prepara a Estados Unidos para posibles desafíos nucleares coordinados por parte de China, Rusia y Corea del Norte. El documento en cuestión se actualiza cada cuatro años y está altamente clasificado, con solo unas pocas copias impresas distribuidas a funcionarios de seguridad nacional y comandantes del Pentágono. Se espera que se informe al Congreso antes de las elecciones del 5 de noviembre.
El plan examina si el país está preparado para afrontar crisis nucleares o una combinación de armas nucleares y no nucleares. La creciente asociación entre Rusia y China, así como las armas convencionales proporcionadas por Corea del Norte e Irán a Rusia para la guerra en Ucrania, han cambiado el pensamiento de Washington sobre este tema. La expansión nuclear de China avanza a un ritmo más rápido de lo anticipado por los funcionarios de inteligencia estadounidenses hace dos años, impulsada por la determinación del presidente Xi Jinping de alcanzar o superar el tamaño de los arsenales de Washington y Moscú.
El Pentágono informó en octubre del año pasado que China contaba con 500 ojivas nucleares en mayo de 2023, una cifra que podría superar anteriores previsiones y llegar a 1.000 para 2030. El informe anual del Departamento de Defensa también señaló que este arsenal seguirá en aumento hasta 2035, con el objetivo de completar la modernización del Ejército chino para entonces. China considera su asociación con Rusia como crucial para su desarrollo como gran potencia, lo que preocupa a Washington.
Además, a Washington le preocupa la paralización de las conversaciones con China sobre la mejora de la seguridad nuclear. A pesar de un intercambio al respecto el pasado otoño, desde Pekín se ha insinuado que no hay interés en continuar las conversaciones. Esta falta de diálogo aumenta las preocupaciones sobre la escalada nuclear y la necesidad de preparar a Estados Unidos para posibles amenazas provenientes de China, Rusia y Corea del Norte. La rápida expansión del arsenal nuclear chino ha llevado a una reevaluación de las capacidades y estrategias de disuasión de Estados Unidos en el ámbito nuclear.
En resumen, el plan estratégico nuclear aprobado por Joe Biden en marzo se centra en la rápida expansión del arsenal nuclear de China y en la preparación de Estados Unidos para posibles desafíos nucleares coordinados por parte de China, Rusia y Corea del Norte. La creciente asociación entre Rusia y China, así como las ambiciones nucleares de China, han llevado a Washington a reevaluar su estrategia de disuasión y preparación para crisis nucleares. La rápida expansión del arsenal nuclear chino ha llevado a un aumento en la preocupación por la seguridad nacional y la necesidad de mejorar la cooperación en materia de seguridad nuclear con China.