A partir del año 2001, se estableció en República Dominicana un nuevo marco legal para el sistema de salud, el cual incluye instituciones públicas, privadas y sin fines de lucro, especializadas en funciones específicas relacionadas con la rectoría, aseguramiento, financiamiento y provisión de servicios de salud. Este modelo, definido por la Ley General de Salud (Ley 42-01) y la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, busca reorganizar y mejorar el sistema de salud del país. Sin embargo, la complejidad del modelo actual, con múltiples actores e instituciones que actúan de manera independiente, plantea la necesidad de fortalecer la rectoría del sector y simplificar la estructura institucional para aumentar la eficiencia del sistema.
Tras más de 20 años de implementación de este modelo, surgen diversos puntos críticos que deben ser considerados para repensar el sistema de salud en República Dominicana. El Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) se basa en un enfoque individual y curativo de la enfermedad, segmentado por sectores de población y fragmentado en múltiples instituciones sin una articulación efectiva. El acceso al SDSS es a través del aseguramiento, lo cual está relacionado con el mercado laboral y el tipo de ocupación, lo que genera barreras de acceso financieras y de calidad en los servicios de salud. La falta de infraestructuras adecuadas, recursos y capacidad resolutiva en el sector público, así como la desconfianza y insatisfacción de la población, también son obstáculos para una atención de salud eficiente y equitativa.
El sistema de salud en República Dominicana se ve afectado por barreras geográficas y organizacionales que dificultan el acceso de la población a servicios de calidad. Además, existe un desconocimiento de los derechos relacionados con la salud en la población, así como una fuerte influencia de creencias místicas en la concepción de la salud. El gasto público en salud es bajo en comparación con otros países de la región, lo que afecta la calidad y accesibilidad de los servicios de salud. Los hogares de menores ingresos gastan una mayor proporción de sus ingresos en salud, lo que refleja las inequidades en el sistema de salud dominicano.
La formación de trabajadores sanitarios en República Dominicana se enfoca en la biomedicina y el tratamiento de enfermedades, con poca atención a la prevención y promoción de la salud. Existe un déficit de personal de salud a nivel nacional, concentrándose en las grandes ciudades y presentando condiciones laborales precarias. Antes de plantear una reforma al sistema de salud, es necesario repensar el modelo actual con un enfoque crítico para abordar desafíos teóricos, prácticos y metodológicos. Se requiere una mayor capacidad para comprender la situación de salud, así como la necesidad de transformar las prácticas de salud pública para reducir las inequidades y responder de manera integral a los problemas de la comunidad.
En conclusión, el sistema de salud dominicano enfrenta diversos desafíos que deben ser abordados para garantizar un acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud. Es fundamental fortalecer la rectoría del sector, simplificar la estructura institucional, mejorar la formación de trabajadores sanitarios y aumentar el gasto público en salud. Repensar el sistema de salud con un enfoque crítico y centrado en la equidad y la prevención, es crucial para transformar y mejorar la salud de la población en República Dominicana.